Siempre estamos en busca de nuevas ideas de negocios, y a veces el problema es que se nos ocurren demasiadas al mismo tiempo. ¿Cómo podemos filtrar entonces aquellas que tienen el potencial de convertirse en un proyecto rentable de las que no pasan de una ocurrencia?
Por supuesto, la creatividad es imprescindible en los emprendimientos. Pero el problema es que a veces dedicamos demasiado tiempo a pensar en inventar “el hilo negro”, cuando las oportunidades para hacer dinero son mucho más concretas y pueden estar delante de nosotros. ¡Y no las vemos!
Para ayudarte en este proceso, preparamos una guía de cuatro pasos, para que puedas filtrar cada idea que tengas en mente y enfocarte en las que realmente valen la pena. ¡Toma nota!
1. Analiza los alrededores de tu área de actividad
Es un hecho: las mejores oportunidades están más cerca de lo que pensamos. Y siempre vas a tener más posibilidades de éxito en sectores en los que tienes conocimiento, experiencia y contactos. Por ejemplo, si trabajas en una cadena de restaurantes y quieres emprender, lo primero que deberías hacer es un listado de todas las actividades relacionadas. Y luego analizar dónde hay problemas sin resolver, y de qué manera podrían solucionarse. Por ejemplo, la generación de desechos tóxicos (como el aceite utilizado en las cocinas) y su falta de tratamiento, el desperdicio de alimentos perecederos, o las confusiones con las reservas en horarios pico.
2. Mira al mundo
El segundo paso es elegir de tres a cinco actividades en las que hayas detectado oportunidades de mejora. Y ponerte a investigar cómo se solucionaron o se están solucionando esos problemas en mercados más desarrollados, de la mano de grandes corporativos o de startups. Hoy, gracias a Internet, tenemos acceso a una cantidad impresionante de artículos, análisis y estudios sobre diferentes mercados. Otra opción es asistir a conferencias y eventos de tu sector, donde participen jugadores y expertos relevantes con acceso a las últimas novedades y tendencias internacionales. Esto te permitirá ir más allá de los límites de la actividad local.
3. Vuelve a casa
Con toda la información de lo que está sucediendo en el mundo desarrollado, ahora podrás analizar mejor hacia dónde se está moviendo el mercado local. ¿Cuáles son las diferencias con las soluciones que se dan a los clientes en el “primer mundo”? ¿Esas soluciones son aplicables aquí? ¿Qué haría falta para implementarlas? ¿O resultaría más conveniente desarrollar un modelo de negocios completamente diferente? ¿Sería eso rentable? No hagas este estudio desde tu escritorio: sal a la calle, habla con expertos y empresarios del sector, detecta a los principales jugadores, conviértete en su cliente y obtiene información de campo.
4. Analiza lo que vendrá
Por último, queda trabajar en un diagnóstico final de hacia dónde va el mercado y dónde podría estar la oportunidad real para nosotros. La gran pregunta que deberás contestar es: ¿cuál es la mayor necesidad insatisfecha de este mercado y cuál es la forma más rentable de atenderla? Y aquí es donde tenemos que analizar los elementos que componen todo plan de negocios: producto o servicio, valor diferencial, clientes, productos sustitutos o competencia, proveedores y regulaciones. Y cuál es el lugar y el peso que tienen en el mercado. Eso nos va a permitir determinar no solo la oportunidad factible, sino también la fuerza que necesitamos para entrar en ese nuevo mercado (en términos de recursos financieros, alianzas, contactos, entre otros).
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