Dar y recibir retroalimentación o feedback, es una de las habilidades más valoradas en el ambiente organizacional, ya que motivar y trabajar la relación entre miembros del equipo de forma positiva es de suma importancia dentro de toda compañía.
Muchas veces, no se tiene conciencia del impacto que representa la efectividad de un equipo, la manera en que se desarrolla una conversación entre dos personas que pretenden opinar sobre una conducta o corregirla.
Se debe estar conscientes de que:
- El feedback es una conversación informal y que debe ser habitual en un equipo de trabajo, ya que retroalimentar es también una forma de enseñanza y crecimiento, personal y laboral, más allá de una evaluación de desempeño.
- Ahora bien, el feedback es una conversación abierta, que puede ser breve y en la que tal vez se intercambien opiniones que darán lugar al reforzamiento de algunas conductas, al cambio de otras y a futuras conversaciones que irán tejiendo la red de significados compartidos a lo largo del tiempo.
En este contexto, la evaluación de desempeño será sólo el valor agregado, no habrá sorpresas y se acordarán rumbos nuevos a partir de todo lo intercambiado.
Si hablamos de una forma más técnica, el feedback es la reacción, respuesta u opinión que nos da un interlocutor como retorno sobre un asunto determinado, así que no te cierres y educa a tu equipo de trabajo a siempre implementar una retroalimentación.
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