Piensa en la siguiente situación: por un problema específico o simplemente por prevención, quieres hacer consultar a un médico, a un nutricionista, a un odontólogo o a un quiropráctico. Ya has pedido recomendaciones a familiares y amigos, pero aún no encuentras a alguien que tenga un consultorio cerca de tu casa o que esté incluido en la cartilla de tu seguro de gastos médicos. ¿Cuál es tu siguiente opción? Hacer una búsqueda por Internet.
Hoy, este es el panorama que enfrentan los profesionales de la salud. Además de su prestigio y de las recomendaciones de boca en boca de sus consultantes pueden usar el marketing digital para llegar a más personas, crear una audiencia más comprometida y aumentar sus ingresos. ¿Cómo? Por ejemplo, a través de una página Web, de contenidos en redes sociales o de campañas de email marketing.
En un siguiente artículo, abordaremos a detalle cómo desarrollar una estrategia de marketing digital para médicos u otros profesionales del sector de la salud y el bienestar. Por lo pronto, hoy nos enfocaremos en las cinco claves de comunicación que hay que considerar y que permitirán que una campaña de este giro funcione realmente. ¿Comenzamos?
1. El cliente ideal
A los médicos y a los profesionales de la salud en general les cuesta hablar de sus pacientes como “Clientes”. Pero, al final, es lo que son: personas que por una necesidad específica pagarán por sus productos o servicios. ¡Así que no tiene nada de malo usar este término!
Descartado este prejuicio, es importante enfocarte en definir cuáles son las características principales de tu paciente ideal: edad, poder adquisitivo, ubicación geográfica, principales preocupaciones con respecto a su salud y bienestar, situación familiar y hábitos de consumo. Recuerda que cuanto más específico seas encontrarás más oportunidades y menos competencia.
2. La reputación
Lo segundo que debemos de tener en cuenta es: ¿cuál es la principal razón por la que alguien llamará a tu consultorio para pedir una cita? Sin duda, tu reputación. Hay muchas formas para transmitirla, pero la mejor es la recomendación de tus clientes actuales.
¿Qué puedes hacer? Empieza por publicar en tu página Web cuáles son tus estudios y especializaciones, cuántos años de experiencia tienes, en dónde has trabajado, si has obtenido algún premio y si publicas regularmente en algún medio especializado. Si tienes algún cliente famoso o con autoridad en tu campo de actividad (como un deportista o bailarín, en el caso de un quiropráctico) comparte su testimonio.
3. La confianza
Luego, debes de humanizar tu marca y mostrarte como un aliado de tus pacientes actuales y potenciales. La mejor manera de lograrlo es publicar contenido útil relacionado con tu especialidad.
La variedad de formatos es enorme: puedes publicar artículos en un blog, videos en un canal de YouTube o hacer transmisiones en vivo a través de las redes sociales. Lo más importante es que no te enfoques en vender, sino en crear autoridad y confianza alrededor de tu marca con información y consejos relevantes para tu audiencia. Por ejemplo, si eres dermatólogo, puedes compartir rutinas para el cuidado de la piel específicas para hombres y mujeres, según su edad o la época de año.
4. La visibilidad
Con estos tres elementos definidos llega el momento de elegir cuáles serán los canales adecuados para transmitir tu mensaje: desde contenidos de valor hasta promociones especiales, lanzamiento de productos, invitaciones a eventos u otras novedades.
Facebook e Instagram funcionan muy bien para crear una comunidad alrededor de tu marca y generar confianza. Pero no dejes de lado los newsletters, ya que puedes distribuirlos a través de plataformas de email marketing y en las listas de difusión de WhatsApp.
5. La fidelización
Por último, define cómo darás seguimiento a cada consulta que te llegue por algún medio digital. Lo idóneo es utilizar herramientas de automatización que puedan filtrar los mensajes y enviar respuestas automáticas, como es el caso de los bots de mensajería.
Establece también cómo seguirás en comunicación con tus pacientes actuales. El uso intensivo de herramientas como WhatsApp puede atraparte en situaciones abusivas, como recibir mensajes de pacientes un sábado por la noche para pedir tan solo una cita o hacer una consulta que no es urgente. Define previamente cuál es tu protocolo de comunicación y el de tus colaboradores: comunícalo y sé estricto en su aplicación.
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