Como dueño y líder de un negocio, una de tus principales responsabilidades es asegurarte de que en la empresa exista un buen clima laboral. Porque solo en esas condiciones los empleados son capaces no solo de trabajar con tranquilidad y cumplir con sus tareas diarias, sino también de motivarse y comprometerse con los objetivos de crecimiento de la compañía.
En caso de problemas, lo primero que deberías hacer es identificar cuáles son las personas que lo están provocando y cuáles son las causas. Y luego, analizar con objetividad si tú tienes algo que ver con esas situaciones. Porque todo cambio en el equipo empieza por el líder, y sin una mirada reflexiva y madura sobre ti mismo, será muy difícil lidiar con los colaboradores más conflictivos.
Con toda la información que necesitas en la mano, el tercer paso es aplicar un plan de acción, sencillo pero efectivo. Y aquí te compartimos sus 10 pasos principales.
1. Enfócate en los conflictos que están poniendo en peligro los resultados del negocio
Las empresas, sobre todo las que tienen más empleados, suelen enfrentar un gran número de problemas con la relación entre los empleados, y la realidad es que su resolución puede llevar tiempo.
2. No pierdas tiempo
Una vez detectados los focos de problemas, lo mejor es enfrentarlos cuanto antes e impedir que sigan dañando el buen clima laboral. El silencio y la inacción equivalen a convalidar las conductas nocivas.
3. Escucha
Cuando te reúnas con un empleado conflictivo, expone la situación y luego enfócate en saber más de él: qué le sucede, cómo se siente y cuál es su visión sobre la empresa y sus compañeros.
4. Trata de entender las causas
Las personas que causan problemas en su trabajo suelen tener conflictos personales, dificultades para relacionarse y para aceptar la autoridad, o a veces simplemente están desmotivadas y enojadas con la empresa.
5. Sé claro
En general, los colaboradores difíciles no saben que lo son, o tienden a ignorar la situación. De manera respetuosa pero firme, explícales lo que está sucediendo y cuál es el impacto negativo de sus conductas.
6. Plantea opciones de mejora
Es muy importante dar al empleado la oportunidad de reconocer sus errores, plantear su punto de vista y mejorar su actitud, para seguir siendo parte del equipo.
7. Establece plazos claros
Para los colaboradores, la oportunidad de mejorar su situación en la empresa no puede tener un período de tiempo indefinido. Por eso es mejor establecer metas cortas y darles seguimiento.
8. Ofrece capacitación
¿Un empleado tiene falta de empatía? ¿O no sabe trabajar en equipo? ¿Tiene problemas con la autoridad? Una vez identificado el problema, busca opciones de talleres o mentoría personalizada de un coach.
9. ¿Y si cambias al empleado de puesto?
Quizá el problema principal de tu colaborador es que lleva mucho tiempo en el mismo lugar y no tiene la oportunidad de aprovechar sus conocimientos, habilidades y experiencia.
10. Aplica castigos
Si el empleado no manifiesta voluntad de cambio, entonces hay que pensar en una sanción (como una suspensión o un descuento en la nómina) que transmita al resto del equipo que, en tu empresa, las reglas deben cumplirse.
¿Has tenido algún colaborador con mala actitud?, ¿cómo lo has enfrentado?
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