Una de las principales preocupaciones de los emprendedores es cómo conseguir el dinero que necesitan para iniciar o hacer crecer un negocio. Por eso, cuando consiguen esos recursos sienten que ya tocaron el cielo con las manos, y que no habrá ninguna posibilidad de que algo salga mal. ¡Pero cuidado! Ese error de percepción puede significar el final de la compañía.
Durante un proceso de búsqueda de capital, hay algo que nunca debemos descuidar: la viabilidad y rentabilidad de nuestro modelo de negocios. Porque en su afán de ayudar, un inversionista puede terminar modificando factores clave de éxito, como la calidad del producto. O incluso remover a los socios fundadores de la operación.
Así que si te encuentras en medio de una ronda de inversión y ya estás conversando con potenciales socios, estos son los errores que deberías evitar.
Error #1: olvidarse de las finanzas reales
Según varios estudios, la mayoría de las startups que salen a buscar fondos en realidad no los necesitan. Si tienes que comprar maquinaria o abrir una nueva fábrica, verifica primero que tus costos estén en orden, o cuáles son las nuevas fuentes de ingresos que no estás aprovechando. Ten en cuenta que en un proceso de expansión, la mejor opción siempre es invertir las propias utilidades de la empresa.
Error #2: no tener objetivos claros
Como explican los expertos, buscar dinero no puede ser un objetivo en sí mismo. O tener como propósito un simple “crecer”, sin detalles precisos sobre en qué se van a invertir los fondos y qué resultados se esperan. El dinero fresco debe ser empleado para una sola cosa: crear más valor y rentabilidad. Si lo usas en cambio para abrir locales con ubicaciones malas, o para ampliar instalaciones que todavía no son rentables, solo estarás malgastando recursos valiosos.
Error #3: dedicar más tiempo a buscar inversionistas que al negocio
Los fundadores de la empresa nunca pueden apartarse de su función principal: cumplir con el plan estratégico y controlar la operación diaria. El problema es cuando pasan más horas en reuniones y presentaciones que trabajando en el desarrollo de un producto, atendiendo las quejas de los clientes, o hablando con los empleados para solucionar un problema en la planta o el área de logística.
Error #4: olvidarse de la innovación
Lo que más caracteriza a las startups es su capacidad de innovación, incluso frente a los grandes corporativos. El problema es que cuando llevan más tiempo de operación, sus socios suelen olvidar ese espíritu atrevido de los primeros años que los llevó a crear algo único. Si estás buscando financiamiento, contar con un modelo de negocios que ya tiene poco de novedoso en el mercado o mucha competencia directa hará las cosas más difíciles.
Error #5: aceptar todas las condiciones de los potenciales inversionistas
Una inversión de capital en una startup significa un compromiso de largo plazo tanto para los fundadores como para quienes aportan los fondos. Pero cuando un inversionista solo se muestra interesado en recuperar su dinero en forma rápida, o en aumentar las acciones de la empresa para ejecutar una salida de corto plazo, nada bueno puede suceder. Antes de firmar algún documento, asegúrate de que existe una visión común sobre la viabilidad del actual modelo de negocios, los ajustes necesarios, la permanencia de los fundadores en la operación y otros factores importantes para la supervivencia de la empresa.
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