El análisis FODA es una de las herramientas más efectivas para la planeación estratégica de una empresa. A través del estudio de situaciones internas y externas, permite hacer un diagnóstico claro sobre la posición de una compañía o las posibilidades de éxito de un proyecto analizando cuatro puntos: sus fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas.
Esta metodología es muy conocida entre los emprendedores y dueños de las pequeñas y medianas empresas (Pymes), ya que se enseña en las carreras de negocios o en los programas empresariales; sin embargo, su aplicación no siempre tiene un impacto real en los resultados de una estrategia, principalmente por dos razones. A veces el resultado del análisis es demasiado optimista; otras, no desafía el estado actual de las cosas en la compañía y solo sirve para reafirmar que se está en el rumbo correcto.
A continuación, te compartimos cuáles son los errores más comunes en la realización de un análisis FODA, y qué debes evitar para sacar el máximo provecho de esta herramienta.
1. Empezar por el análisis de los factores internos a la empresa
Dedicar horas y horas de juntas a pensar en las fortalezas y debilidades de una compañía tiene poco sentido si primero no conocemos a fondo las oportunidades y amenazas del mundo exterior. Hoy los cambios en el mercado son profundos y complejos. Nuestra objetivo inicial debe ser identificarlos y entenderlos.
2. Analizar los fenómenos en forma aislada
Fuera de la empresa, hay transformaciones económicas, sociales, científicas, tecnológicas y medioambientales. Y para entender el alcance de su impacto, deben ser estudiadas de forma integral y no fragmentada. Por ejemplo, los modelos disruptivos de emprendimiento no pueden entenderse sin el mayor acceso a la tecnología. Y muchos cambios en los hábitos de consumo estás influenciados por la mayor conciencia sobre la necesidad de cuidar el planeta.
3. Hacer predicciones sin el sustento necesario
Hay que tener mucho cuidado con los gurúes o expertos que nos aseguran saber cuál será el futuro de un nicho de mercado o de qué manera van a evolucionar los consumidores. Cuando no contamos con la información necesaria, es mejor ser honestos sobre nuestra incapacidad para definir un panorama claro y trabajar en establecer dos o más escenarios posibles.
4. Sobreestimar las fortalezas del negocio
En tiempos de crisis y cambios acelerados, no podemos asumir que el valor de los activos físicos e intelectuales de la empresa es el mismo que hace 10 años. En realidad, hoy más que de activos se habla en términos de competencias que permitan entregar más valor al cliente, y que no sean tan fácilmente desarrolladas o copiadas por la competencia.
5. Tomar en cuenta solamente la opinión de los altos mandos de la compañía
Un buen análisis FODA requiere de los conocimientos, experiencias y puntos de vista de los empleados de todos los niveles de la empresa. Un ejecutivo de ventas, o un recepcionista, pueden aportar datos muy valiosos sobre los pedidos y quejas de los consumidores. Y esa es claramente información a la que no tiene acceso el dueño o el director general de un negocio.
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