Ahora que tantas empresas han retomado su operación normal y los empleados ya no están tan preocupados, como el año pasado, por perder su trabajo: han aumentado las búsquedas de nuevas opciones laborales. Especialmente entre el mejor talento, que ahora aspira a opciones de trabajo más flexibles o a planes sólidos de carrera.
Por eso, como dueños de un negocio tenemos que prepararnos para cuando renuncie nuestro mejor empleado. Porque a veces, por más esfuerzo que hagamos, es una situación inevitable.
Como explican los expertos en desarrollo organizacional, la primera reacción del empleador suele ser emocional: a veces hay decepción y enojo, en otras, sorpresa y miedo. La clave está en los siguientes pasos, que pueden impactar seriamente en la empresa. Por eso, hoy queremos contarte cuál es la estrategia que debes aplicar.
1. Mantener la calma
Si recibimos la noticia de que nuestro mejor empleado deja la empresa, lo peor que podemos hacer es reaccionar en el momento. Para terminar la relación laboral en buenos términos, e incluso dejar abierta la puerta a alguna negociación, es mejor tener una reunión con el colaborador más tarde.
Así tendrás tiempo para reflexionar sobre qué paso y analizar con perspectiva la situación. También, podrás analizar con el responsable de Recursos Humanos si hay alguien en la empresa listo para ocupar ese lugar, si hay que hacer lo imposible por evitar esa renuncia o si es mejor iniciar de una vez la búsqueda del reemplazo.
2. Preparar un plan de contingencia
Luego de ponerte en situación, analiza a fondo los cambios y necesidades que van a producirse en la empresa tras la salida del empleado en cuestión. Haz una lista de puntos importantes para analizar con tus colaboradores directos, e incluso con la persona que está dejando la empresa. Es fundamental que no oculte información importante ni que deje asuntos o proyectos sin resolver.
Algunos de los puntos que debes considerar en este análisis, son: si el empleado maneja información confidencial, documentos y claves de acceso que necesita entregar; si está trabajando en un proyecto crítico y qué grado de avance tiene; cuáles son los empleados, proveedores o clientes con los que trabaja habitualmente y que necesitarían ser notificados; quién es su colaborador directo y si puede apoyar durante la transición.
3. Analizar el porqué
Cuando finalmente te reúnas con el empleado, no desaproveches la oportunidad para saber el porqué está dejando la empresa, para así obtener un feedback de su parte acerca del clima laboral o de su nivel de satisfacción con sus condiciones laborales. De esta manera descubrirás áreas de oportunidad que permitan mejorar la cultura corporativa y retener al mejor talento.
Como recomiendan los expertos: si quieres respuestas honestas, no te tomes nada de manera personal. Escucha y evita dar una justificación inmediata ante una crítica o reclamo. A menos que haya un conflicto previo, lo más recomendable es que una relación laboral concluya en los mejores términos.
4. Considerar hacer una contraoferta
Cuando el mejor empleado de la empresa se va hay que iniciar todo un proceso de búsqueda del reemplazo, capacitación y adaptación que puede impactar negativamente en la operación, al menos en el corto plazo. Por eso, a veces es recomendable hacer una propuesta para que ese colaborador no se vaya, pero la realidad es que no siempre resulta conveniente o posible.
Un empleado puede dejar la empresa por muchas razones, desde personales hasta las que tienen que ver con un mayor salario o la posibilidad de vivir en otro país. Cuando renuncia, por lo general, ya estaba decidido a hacerlo con antelación. En ese caso, y finalizada la reunión, comunícate con el área de Recursos Humanos para que avance con la elaboración de la carta de renuncia y el cálculo proporcional de la nómina, vacaciones y aguinaldo, de acuerdo al día y el mes del año.
5. Compartir la noticia
Si la salida del empleado ya no tiene vuelta atrás, comunica la noticia de inmediato al resto de los empleados; sobre todo a sus colaboradores directos y al resto de los directores.
No dejes que la noticia corra por la empresa antes de que tú la hayas compartido. De esa manera podrás llevar un mensaje de tranquilidad, comunicar las próximas medidas e invitar a los empleados con potencial a postularse para el puesto vacante.
6. Aprovechar la oportunidad
Por último, ten en cuenta que por más que se trate del mejor empleado de la empresa, una renuncia puede abrir la puerta a otras opciones. Por ejemplo, a contratar a alguien con más experiencia en temas digitales, en la exportación de productos a determinados mercados o con mayores habilidades de liderazgo.
Por eso es importante que analices periódicamente el desempeño de todos tus empleados, de cómo su perfil debe adaptarse a las nuevas circunstancias y necesidades del mercado. Con esa información en la mano tendrás más claridad al momento de buscar al nuevo colaborador.
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