Hace 25 años, Daniel Goleman publicaba su libro “Inteligencia emocional”. Y desde entonces, comprendimos que los seres humanos no estamos condicionados al 100% por nuestro temperamento, sino que podemos aprender a identificar, entender y manejar nuestras emociones.
En el caso de los emprendedores y empresarios, esta capacidad resulta imprescindible no solo para tomar mejores decisiones, sino también para adquirir habilidades de liderazgo y de influencia sobre los demás. Sobre todo en momentos de dificultad e incertidumbre como el actual, donde debemos ser capaces de mantener la calma y analizar los hechos de manera objetiva.
¿Pero como podemos mejorar nuestra inteligencia emocional? ¿O cómo podemos desarrollarla desde cero, cuando sentimos que no tenemos ninguna capacidad para aplicarla? Esto es lo que recomiendan los expertos.
Consejo #1 Conócete a fondo
El primer paso para desarrollar la inteligencia emocional es saber quiénes somos, cuáles son nuestras fortalezas y debilidades y qué nos marcó en nuestra infancia. Y también, tener claro qué es lo que realmente queremos, qué nos emociona, y qué nos desalienta o aburre. Sin esta información, estarás condenando a navegar sin rumbo en la tormenta de tus emociones.
Consejo #2 Sé tu mismo
Pretender ser otra persona por el simple hecho de agradar a los demás solo puede tener un resultado: la inseguridad en uno mismo. Esta conducta es común en la adolescencia y es normal que así sea, pero cuando se extiende a la vida adulta puede significar una enorme barrera para el desarrollo personal. Como dice el refrán, “habla claramente y cumple con tu palabra”. Por supuesto, no todos van a estar de acuerdo contigo, pero lo que realmente importan lo van a apreciar.
Consejo #3 Aprende a controlar tu mente
En situaciones de estrés, los pensamientos negativos pueden dominarnos y volverse obsesivos. Y esto tiene un impacto no solo en el estado emocional, sino también en la salud física. Para salir de esta trampa debemos comprender que no todo está bajo nuestro control, pero que sí podemos manejar cómo nos plantamos ante determinados hechos. Por ejemplo, en el caso del coronavirus, está claro que lo único que podemos hacer es protegernos al máximo y enfocarnos en lo qué sí podemos controlar, como la manera en la que aprovechamos nuestro tiempo en casa o cómo avanzamos con los pendientes del negocio.
Consejo #4 No supongas, no anticipes…
Para poder tomar decisiones objetivas, tenemos que mantenernos en un estado de equilibrio, calma e imparcialidad. Y eso solo es posible si no estamos cargados de suposiciones y sentimientos de ansiedad sobre las acciones y las razones detrás del comportamiento de los demás. Pregunta, aférrate a los hechos concretos, y deja de perder horas valiosas elaborando ideas erróneas y sin sentido.
Consejo #6 No reacciones
Cuando alguien te pide que hagas algo con urgencia, te bombardea con mensajes de texto, o te hace una pregunta que te compromete en algún sentido, tómate el tiempo necesario para responder de la manera adecuada. No tengas miedo o no sientas incomodidad ante el silencio, ¡aprovéchalo! Solo así vas a poder darte tu tiempo, liberarte de la presión y analizar la situación con calma.
Consejo #6 Busca el feedback valioso
No siempre es cómodo escuchar una crítica. Pero cuando es constructiva, nos permite descubrir áreas de oportunidad en nuestra vida personal o en nuestro trabajo, mejorar y crecer. En el desarrollo de la inteligencia emocional, el trabajo interno no es suficiente, y es fundamental contar con la opinión y el consejos de familiares, amigos y colegas. Elige a personas que respetes, que tengan una experiencia de vida mayor, o que simplemente ya hayan resuelto situaciones como las que tú estés atravesando.
Consejo #7 Pide ayuda cuando te haga falta
Tener inteligencia emocional no es sinónimo de ser todopoderoso. Y además, el orgullo puede ser muy destructivo. De acuerdo a la gravedad de la situación por la que estés atravesando, recurre a un psicólogo, a un coach emocional o simplemente a un amigo. El punto de vista objetivo de otra persona te va a ayudar a considerar las cosas desde otro punto de vista, a aprender de la experiencia de otros y a desarrollar el músculo de la humildad, una de las claves de la inteligencia emocional.
Consejo #8 Ayuda a otros
Tener en cuenta los problemas de los demás y participar en su propia búsqueda de soluciones es otra manera efectiva de aprender a manejar mejor nuestras emociones. Porque eso nos permite ganar perspectiva, y comprender que hay problemas más graves que los nuestros, o que simplemente que todo el mundo enfrenta sus propias dificultades. Ayudar a los demás nos permite además desarrollar una cualidad imprescindible en la construcción de liderazgo: la empatía.
Consejo #9 Disfruta tu vida
Los emprendedores suelen ser personas muy comprometidas con sus proyectos y con una gran capacidad de trabajo y de sacrificio personal, sobre todo al momento de fundar sus negocios. Pero si con el tiempo no logran dedicar tiempo a su familia, a sus hobbies, o simplemente a disfrutar de una buena película o un paseo fuera de la ciudad durante el fin de semana, con el tiempo pueden enfrentar serios problemas emocionales. Las personas con mayor inteligencia emocional son las que, en algún punto, entienden que todo es relativo, hasta los problemas que parecen más graves. Y que son capaces de disfrutar de la vida, en sus pequeños y grandes momentos.
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