Vivimos en un mundo donde esa frase que dice que “lo único que permanece es el cambio” está más vigente que nunca. Por eso, si queremos crear negocios que perduren en el tiempo, tenemos que innovar. Y para ello, lo primero es ejercitar el músculo de la creatividad.
Aunque está claro que hay personas que, por su naturaleza, tienen un mayor talento para pensar en nuevas ideas, también es cierto que todos podemos ser creativos. Al fin y al cabo, con voluntad y constancia, cada emprendedor puede encontrar nuevas soluciones para los viejos problemas de sus clientes.
Como explican los expertos, la clave está en animarnos a unir los conocimientos, experiencias y aprendizajes que acumulamos en el tiempo de una manera diferente. En cambiar nuestro punto de vista, en ponernos en los zapatos del consumidor y liberarnos de prejuicios. Y en preguntar muchas veces, como si volviéramos a ser un niño: ¿por qué?
Innovar no es fácil, y una de las principales razones es que cuando estamos al frente de un negocio son muchas las barreras que nos impiden ser más creativos. La buena noticia es que, si somos capaces de identificarlas, ya habremos dado un primer paso para liberarnos de ellas.
1. La falta de curiosidad
Es mejor ser innovador cuando las cosas en la empresa van bien, y no cuando no vemos obligados a hacerlo por una crisis de mercado, o por el avance de la competencia. Eso nos dará tiempo para salir del día a día de la operación, generar prototipos, y hacer las pruebas y los ajustes necesarios. Pero nada de esto es posible cuando el dueño del negocio no tiene una mirada curiosa no solo sobre su mercado, sino sobre el mundo en general. El hambre por conocer y aprender cosas nuevas es una de las características más destacadas de los grandes innovadores de la historia.
2. El temor al fracaso
En la cultura de México y el resto de América Latina, el error es condenado. En los países anglosajones, en cambio, está bien visto que un emprendedor lo haya intentado muchas veces, aún a costa de tener un largo historial de negocios que cerraron. Generar nuevas ideas y, aún más, llevarlas a la práctica, significa entender que algunas no van a funcionar, y que tendremos que exponernos a la crítica de socios, empleados y de los mismos clientes. Y asumir el impacto emocional de la derrota, que según los expertos en psicología es hasta tres veces mayor que el de una victoria.
3. Hacer conclusiones rápidas
La creatividad es un proceso que necesita tiempo, pero sobre todo inocencia en el pensamiento. Cuando somos niños, y no cargamos con la carga de la experiencia y de nuestra propia historia personal, no asumimos nada de entrada. Por el contrario, ante cada pregunta cualquier respuesta nos parece posible, y esa es una de las condiciones para imaginar nuevos escenarios. Así antes de ponerte a trabajar en nuevas ideas, identifica tus ansiedades, tus miedos y tus prejuicios. Todos los tenemos.
4. El ego
La creatividad es más poderosa cuando se trabaja en ella en equipo, porque suma diferentes conocimientos, experiencias y puntos de vista sobre un mismo problema o desafío. ¿Alguna duda sobre esto? Sin embargo, solemos hacer todo al revés: queremos inventar el hilo negro solos, y desconfiamos de toda propuesta que venga de afuera, así sea de nuestro colaborador más cercano o de un socio. Como líder, con esa actitud no solo estarás debilitando la capacidad de innovación de la empresa, sino las bases de la cultura organizacional.
5. La duda permanente
Los jefes más conservadores se sienten tranquilos cuando, ante una nueva idea, prefieren no tomar ninguna decisión, o esperar hasta el momento adecuado. Mientras tanto, los clientes empiezan a buscar nuevas opciones, los empleados se frustran y el mercado sigue transformándose… Y un día, el dueño del negocio se da cuenta de que no tomar una decisión tuvo el mismo impacto negativo que haberse equivocado. Por supuesto, los riesgos deben ser medidos, pero para innovar siempre hay que asumirlos y atreverse a andar por nuevos caminos.
Para más información que te ayude a hacer crecer tu negocio, ¡síguenos en Facebook!
Quizá también te interese…
Contenido relacionado:
- 5 tips para la creatividad del emprendedor
- ¿Bloqueo mental? Enciende tu creatividad
- Cómo criar a un niño emprendedor
Contenido recomendado: