Emprender es un proyecto fascinante de vida, pero también un camino lleno de dificultades. Nada nos asegura el éxito, ni aún en el mejor momento del negocio. Y aún cuando logremos consolidar la empresa, siempre habrá proyectos que no funcionarán, o negociaciones fallidas.
Por eso es tan importante ver la posibilidad del fracaso de frente, y aprender a lidiar con él. Temerle o negarlo, no solo nos hará débiles, sino que nos hará perder la oportunidad de aprender de las caídas. La resiliencia no es una habilidad que podemos incorporar de un día para otro, pero que podemos ir aprendiendo con estos cinco consejos.
1. No vivas pendiente de la aprobación de los demás
Las personas que soy muy inseguras tienen terror de ser juzgadas por sus errores, y es por eso que al final nunca se animan a hacer cosas en grande, o siquiera probar algo nuevo. Como dice el refrán, “el que no arriesga, no gana”. Así que el primer paso para enfrentar el fracaso es aceptar que somos humanos, que podemos equivocarnos, y que solo el que lo intenta puede caerse. Ten en cuenta además que el principal motivador de un emprendedor es su pasión, y que vivir con el temor a ser juzgados puede terminar con todo ese entusiasmo.
2. Da siempre lo mejor de ti
Enfrenta cada día como un nuevo comienzo, con el objetivo de terminar la jornada con la satisfacción de la labor cumplida. No pierdas el tiempo: organízate, enfócate y mide tus avances. Trabaja con pasión, y dale tiempo también a tu familia, tus hobbies y el cuidado de tu salud. Si el negocio no avanza, o algo malo sucede, entonces quedará revisar qué se hizo mal, y qué puede mejorarse. Pero no sentirás la culpa de no haber dado lo mejor de ti.
3. Sigue adelante
Una característica común entre los emprendedores más exitosos es que no se quedan atrapados durante días, horas y hasta años pensando en por qué fracasaron. Por supuesto que es importante hacer un análisis de la situación y de cuáles fueron sus causas, pero eso no significa dejarse ganar por la tristeza, la angustia o la culpa. Como en la vida personal, aprender que el pasado no se puede cambiar es el primer paso para levantarse rápido y seguir adelante.
4. Aprende
Como ya mencionamos, cada fracaso ofrece oportunidades muy valiosas para convertirnos en mejores emprendedores y hacer los ajustes necesarios en la empresa. Pero esas oportunidades no van a ser aprovechadas si solo te enfocas en no mirar hacia atrás y en seguir adelante. Superar las caídas significa un difícil equilibrio entre acción y capacidad de análisis, en el que nunca puedes dejarte dominar por sentimientos netativos como el enojo o la angustia. Así que pregúntate: ¿dónde estuvo el error?; ¿quiénes estuvieron involucrados en el problema?, ¿cómo podemos mejorarlo?
5. No te lo tomes personal
Por último, mantén la mente fría y separa las cosas. Si tu negocio o un proyecto importante fracasan, eso no te convierte en un emprendedor o una persona fracasada. Por supuesto, no es lo mismo que algo no funcione cuando se trata de nuestro propio negocio, en el que hemos invertido pasión, tiempo y dinero. Pero por tu salud y bienestar emocional, debes entender que la vida de una persona tiene muchas áreas, y que el negocio o el trabajo es solo una de ellas. Recuerda: tu emprendimiento es seguramente uno de los motores más importantes de tu vida, pero no define quién eres, o cuánto vales.
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