Los emprendedores son en general personas entusiasmadas, positivas y llenas de energía, pero también suelen tener la misma queja: sus días están fuera de control. Manejar el negocio y tener tiempo para la vida personal es casi siempre una cuenta pendiente que los preocupa y hasta puede causarles angustia.
El problema principal es el propio concepto de “balance”. Barbara Corcoran, una empresaria de bienes raíces famosa por su participación en la versión estadounidense del reality show Shark Tank, asegura que es algo imposible de llevar a la realidad. “Cuando estoy en el trabajo, nadie de mi familia puede llamarme. A menos que alguien esté muriendo”, ha declarado.
Balance significa que puedes dar igual atención y tiempo a todos los aspectos de tu vida, pero si eres un adulto, ya habrás comprendido que lo perfecto es enemigo de lo posible, así que buscamos mejores vías, lo que se debe tratar es priorizar, enfocarse y eliminar aquellas actividades que nos hacen perder el tiempo y darnos la oportunidad de regalarnos momentos para la familia, la diversión y la creatividad.
Te compartimos algunas ideas para conseguirlo:
1. Analiza cuáles son tus prioridades
Sin darnos cuenta, nuestra agenda termina llena de actividades para atender las necesidades de nuestros empleados, accionistas o familiares. Y dejamos de lado aquello que es importante para nosotros. ¿Necesitas trabajar en un nuevo plan de mercadotecnia? ¿Hace meses que vienes posponiendo una cita con el doctor? Si sientes culpa, piensa en lo siguiente: cuando te sientes enfocado y productivo, tienes más que dar a los demás.
2. Lleva una agenda
Es la única manera de impedir que otros decidan qué vas a hacer con tu tiempo. Programa tus reuniones de trabajo con anticipación, para poder decir no a eventos imprevistos y sin importancia para tus proyectos. Bloquea horarios para los compromisos familiares y personales y respétalos como si se tratara de una reunión con el cliente más importante de tu empresa.
3. Enfócate en una cosa a la vez
Como recomienda Corcoran, cuando estás haciendo ejercicio o compartiendo tiempo con tu familia, no puedes contestar e-mails o revisar una presentación. Y cuando estás trabajando, sobre todo si lo haces en casa, sé inflexible: no se permiten interrupciones. Aprovecha el momento presente al máximo.
4. Sé realista
Una de las grandes lecciones de la vida adulta es que no podemos tenerlo todo. Analiza cuántas horas del día te quedan y, de acuerdo a tus prioridades, qué actividades vas a desarrollar. A principio de año sentimos que lo lograremos todo, pero si acabas de inaugurar una nueva sucursal de tu negocio, quizá no sea una buena idea inscribirte en el gimnasio y una escuela de música a la vez.
¿Te ha pasado que dejas de cumplir tus propósitos por hacer actividades que ahora ya ni recuerdas? Es momento de tomar cartas en el asunto y no olvidarte de lo que realmente te interesa.
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