¿Cómo logramos éxito en las ventas? Muchos pensarán que existe una serie de reglas a seguir ante los clientes para alcanzar el éxito en este rubro; sin embargo, no reparamos en analizar que nuestras acciones diarias y la forma en que vemos la vida influyen de forma directa con nuestros logros, esto es lo que nos enseña ‘El vendedor más grande del mundo’ de Og Mandino.
A continuación, destacamos algunas ideas de este best seller, ‘10 pergaminos’ muy útiles para los emprendedores:
Pergamino número uno
“Me formaré en los buenos hábitos, y seré esclavo de esos hábitos“. La diferencia que existe entre aquellos que han fracasado y quienes han tenido éxito está en los hábitos de cada uno, los hábitos buenos son la base de todo el éxito.
Pergamino número dos
“Saludaré este día con amor en mi corazón“. Este pergamino se refiere a que el afecto que sentimos por nuestros semejantes nos hace mejores vendedores, ellos descubren el afecto en nosotros.
“Podrán contradecir mi razonamiento; podrán desconfiar de mis discursos; podrán desaprobar mi manera de vestir; podrán rechazar mi rostro; y hasta podrán sospechar de mis ofertas especiales; y sin embargo mi amor les derretirá el corazón”.
Pergamino número tres
“Persistirás hasta alcanzar el éxito“. Es la perseverancia el componente más importante de conseguir nuestras metas, ni el talento ni la suerte ni las relaciones por sí mismas pueden ayudarnos sin perseverancia.
“Jamás aceptará la derrota y las palabras que le insulten y le digan que no vale para nada, no se derrumbará y persistirá para alcanzar el éxito; siempre hará todo lo que pueda y cada obstáculo le ayudará a superar el siguiente, no se detendrá por nada y olvidará los acontecimientos del día anterior así logrará alcanzar el éxito”.
Pergamino número cuatro
“Soy el milagro más grande de la naturaleza”. Si hay algo que debemos explotar es que somos criaturas únicas en la naturaleza, nunca ha nacido nadie exactamente igual a nosotros, nuestra manera de hablar, caminar, pensar y de vender es única. Debemos conservar esta singularidad.
Pergamino número cinco
“Viviré este día como si fuese el último día de mi vida. No pensará en el ayer, eso queda sepultado cada día que pasa y sepultado con el ayer está el mañana, nunca pensará en lo que le va a pasar mañana, no se debe atormentar por él. Cada hora del día es algo que no se va volver a repetir, así que no debe malgastar ni una sola hora, ni conservar algo para gastarlo mañana, ya que no tiene que pensar en el mañana. Aprenderá a no malgastar el tiempo en cosas ociosas, sino en demostrar su afecto y cariño por los demás. Hará las cosas a su tiempo, las que tenga que hacer hoy las hará hoy y cada día se esforzará más porque quiere superarse, tiene que vivir hoy como si fuera el último día, y quiere que ese último día sea el mejor de todos”.
Pergamino número seis
“Hoy seré dueño de mis emociones. Tiene que dominar todas sus emociones, porque si no consigue hacer esto, su vida será un fracaso, tiene que aprender a controlar sus pensamientos para que éstos no dominen sus acciones, tiene que vender con alegría, así ésta se trasmitirá”. Al dirigirnos con las personas debemos tener el mejor ánimo posible, pues las emociones transmiten mucho más que las palabras, ¿lo habías pensando?
Pergamino número siete
“Me reiré del mundo“. Ningún ser excepto el hombre, tiene la virtud de reírse, de modo que debe aprovechar este don. “Cuando las cosas vayan mal, lo primero que tiene que hacer es reírse y cuando vea algo que le puede pasar, él mismo se dirá “esto pasará también”, porque todo, al fin y al cabo, tiene que pasar, así que él se reirá, y contagiará esta risa a todo el mundo, porque para tener éxito tiene que reírse y ser feliz”.
Pergamino número ocho
“Hoy multiplicaré mi valor en un 100%”. Las personas pueden elegir lo que desean multiplicar, para ello se deben fijar metas y un tiempo definido para lograrlas, entre mayor la meta, mayor el logro.
Pergamino número nueve
“Mis sueños carecen de valor alguno”. Los sueños carecen de valor, al igual que las metas, se tiene que pasar a la acción para que estas cosas tengan valor y sucedan.
“Es mejor proceder y fracasar que quedarse inactivo y salir del paso a duras penas”.
Pergamino número diez
“Oraré pidiendo directivas y orientación“. Todo hombre tiene un Dios, el que sea y al cual tiene que orar todos los días, pero no para pedir riquezas ni cosas materiales, sino para que éste le señale el camino que le llevará a conseguir sus objetivos.
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