En mercados más digitalizados —por ende, más globalizados— la competencia por los clientes se vuelve a veces feroz. Para los pequeños y medianos negocios, sin acceso a grandes presupuestos de publicidad, fortalecer su propuesta de valor es la mejor estrategia para sobresalir en el mercado. Para lograrlo hay seis tipos de ventajas competitivas que puedes desarrollar.
No todas se relacionan con la innovación. Para ponerse por delante de la competencia, también podemos aprovechar las demandas desatendidas, nuestras fortalezas y el compromiso del equipo.
#1. Hacer el primer movimiento
Una ventaja competitiva clásica es ser el primero en desarrollar un nuevo producto, servicio o tecnología para atender una demanda aún insatisfecha y ocupar un mercado en el que todavía no hay competidores. Es el caso de Netflix, pionero en el streaming de películas y series que hoy tiene más de 213 millones de suscriptores en todo el mundo y al que quieren desbancar plataformas como Amazon Prime Video y Apple TV.
#2. Enfocarse en un nicho de mercado
Otra estrategia muy efectiva es dedicarse a un sector más pequeño de clientes, ignorados y dispuestos a pagar lo que sea por obtener el producto o el servicio que necesitan para solucionar un problema personal o de negocios. Esta ventaja competitiva también puede desarrollarse al ofrecer un precio más bajo; por ejemplo, con envíos gratuitos por compras en línea —como hace Amazon con los libros o su servicio Amazon Prime— presentaciones novedosas o una atención más dedicada.
#3. Contratar al mejor talento
Cuando no contamos con los mismos recursos que una gran empresa para formar equipos, la decisión más inteligente es contratar menos colaboradores, pero más talentosos, preparados y comprometidos con la misión y los resultados del negocio; que estén listos para pensar en nuevas ideas y proyectos todos los días. Considera que cuando se sienten tomados en cuenta, los clientes desarrollan una relación casi personal con los vendedores y los encargados del servicio al cliente.
#4. Desarrollar tus fortalezas
Muchos emprendedores caen en un error fatal: ignorar sus fortalezas y enfocarse en lo que no funciona. Eso no solo significa una pérdida de recursos, sino de oportunidades valiosas para enamorar a los clientes con lo mejor que tenemos para ofrecerles. Por ejemplo, si operas un restaurante y ya sabes cuáles son los platillos más demandados, ¿por qué perder tiempo en ampliar el menú con otras opciones por el solo hecho de “innovar”? ¿O por qué invertir en promocionar servicios que no han despertado ningún interés en tu audiencia, en vez de en aquellos que ofrecen el mayor retorno sobre la inversión?
#5. ¡No dejar de innovar nunca!
Por supuesto, no se trata de estar lanzando todo el tiempo nuevos productos y servicios; pero sí de tener disciplina y constancia en algunas prácticas que te permitirán descubrir nuevas oportunidades de mejora, a veces pequeñas, pero siempre efectivas para ganar una ventaja competitiva. Así que lee mucho acerca de tu industria y de modelos de negocio innovadores en otros sectores. Mantente alerta a las novedades de tus competidores y de tus proveedores de tecnología. No te aísles y construye redes de apoyo con otros emprendedores, especialistas y mentores para que detectes a tiempo las nuevas tendencias.
#6. Construir una comunidad alrededor de tu marca
Esta es una estrategia ideal para las Pymes que tienen una relación más directa con sus clientes, que los conocen mejor y que en consecuencia pueden generar un mayor nivel de engagement alrededor de su marca. Cuando los mercados ya no conocen fronteras, pero a la vez todo se vuelve más impersonal, ¿hay una mejor estrategia de diferenciación que ésta? Para desarrollarla trabaja en un buen plan de marketing digital que aumente la audiencia de tu marca y su capacidad de comunicación a través de plataformas como Facebook o YouTube. Al momento de trabajar en los contenidos y canales, ¡piensa siempre en tu nicho! No ignores las estrategias más tradicionales de marketing local, como ser el sponsor de un evento en tu colonia, invertir en publicidad en medios locales o participar en iniciativas comunitarias de responsabilidad social.
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