¿Tus empleados deberían seguir trabajando desde casa? Los pros y los contras del home office

Tras los meses más críticos de la pandemia han sido muchas las empresas (principalmente del área de servicios) que han adoptado el Home Office en forma definitiva en México. Sin embargo, son muchas también las que se están cuestionando si es el modelo de trabajo ideal para su operación, por lo que están evaluando la posibilidad de regresar a la presencialidad.

¿Las razones? Problemas de comunicación y coordinación entre equipos, falta de motivación y principalmente un impacto negativo en la productividad. Si te encuentras en esta situación, es importante entonces analizar los pros y los contras del teletrabajo. Y determinar si, en esta nueva normalidad, puede ser un factor de crecimiento o de problemas para tu negocio. ¿Empezamos?

Ventajas del teletrabajo

Antes de detallar sus beneficios, vamos a detallar cuáles son las tres diferentes modalidades de teletrabajo que existen.

Teletrabajo a tiempo completo. El empleado cumple sus funciones desde una ubicación fija fuera de las instalaciones de la empresa, generalmente desde su hogar.
Teletrabajo mixto (a distancia y presencial). Combina horas o días de trabajo desde casa con la asistencia en el corporativo, de acuerdo a horarios previamente acordados con la empresa.
Teletrabajo móvil. Se trata de un esquema que ya existía antes de la pandemia, en el que el colaborador tiene que moverse habitualmente por la ciudad, o incluso por el país, para realizar su trabajo. Es el caso, por ejemplo, de los representantes de ventas o de los técnicos encargados del mantenimiento y reparación de equipos.

En cuanto a las ventajas más valoradas por los mexicanos, hay datos interesantes de un estudio de Metrics, una firma de inteligencia y relaciones públicas digitales, que analizó más de 14,300 menciones sobre el Home Office en Twitter. La actitud positiva hacia la nueva modalidad se mantiene en un 81%, y entre las ventajas más valoradas la gente mencionó la flexibilidad, la mayor disponibilidad de tiempo al evitar los traslados y el tráfico y los ahorros en gastos como gasolina, estacionamiento, transporte y comidas.

En general, lo que más valoran los empleados es el mejor balance entre su vida personal y su trabajo, ya que ahora muchos destinan el tiempo que les tomaba llegar a su trabajo a meditar, hacer ejercicio, salir a caminar o desayunar con su familia. Y eso también tiene beneficios concretos para las empresas, ya que han reportado un menor nivel de ausentismo por enfermedad.

En la lista de pros para los negocios también hay que mencionar un mayor acceso al talento; sobre todo entre las generaciones más jóvenes que privilegian la modalidad de trabajo remoto sobre un mayor salario u otras prestaciones. Por lo que más talento significa mayor productividad, innovación y oportunidades aprovechadas.

Después hay otra ventaja obvia e importante: la baja en los costos operativos por la reducción de los espacios de oficina, los gastos en electricidad y en servicios de mantenimiento de las instalaciones y de seguridad. Por supuesto, es importante invertir en sistemas de nómina adecuados para esta nueva normalidad. Elige aquellos que cuenten con una app en la nube que, por medio de la geolocalización permita controlar la asistencia de los colaboradores desde su casa o en ruta.

Por último, hay que mencionar la ventaja que tiene un mayor impacto sobre la productividad del negocio: el mayor logro de los objetivos. Es que ahora, la mayoría de las empresas que han adoptado el trabajo a distancia miden el desempeño de sus empleados por el logro de metas concretas y no por la cantidad de horas que permanecen conectados. Aunque es un proceso que todavía enfrenta muchas dificultades, ha significado un aumento del rendimiento, pues obliga a las personas a ser más autónomas y disciplinadas, a enfocarse en sus tareas y a aprovechar su tiempo al máximo.

Desventajas del teletrabajo

Ahora que describimos sus beneficios, hay que decir que el Home Office no funciona en todas las empresas. Los ejemplos más obvios son aquellas que operan en giros como la manufactura, la salud y el cuidado personal, la gastronomía, el turismo y la construcción; ya que necesitan sí o sí de la presencia de los colaboradores.

También hay que considerar los costos, porque adoptar el teletrabajo no significa trasladarlos al bolsillo del colaborador. Un proceso de transición efectivo demanda la compra de computadoras, impresoras y escáneres, sillas de trabajo, licencia de software y todas las herramientas necesarias para que los empleados puedan conectarse y colaborar con los miembros de sus equipos sin problemas.

También hay que considerar que al aumentar la conexión a las redes de la empresa desde afuera pueden relajarse los controles y, por lo tanto, la posibilidad de que se produzcan ciberataques. Por lo que hay que invertir más en software, sistemas, revisiones y procesos de seguridad.

Por último, no hay que desestimar el hecho de que no todos los empleados tienen el perfil adecuado para trabajar de manera más autónoma desde su hogar. Son muchas las empresas que tienen dificultades porque sus colaboradores no logran manejar sus tiempos, complican los procesos internos y terminan trabajando más horas que antes. Incluso son muchos los que manifiestan sentirse aislados, desmotivados, estresados y menos creativos, por lo que desean volver a las oficinas al menos algunos días por semana.

En el caso de los trabajadores más jóvenes el mayor impacto negativo está en la falta de apoyo y mentoría por parte de sus superiores, o colegas con mayores conocimientos y experiencia sobre su función. Al final, esto tiene consecuencias en la cohesión de los equipos de trabajo, dado que los empleados se sienten menos comprometidos con su rol para lograr objetivos comunes. Por eso, en esta transición también aumenta la responsabilidad y la carga de trabajo del área de Recursos Humanos, así como la necesidad de más capacitaciones y especializaciones.

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