El fondo de ahorro es una de las prestaciones más valoradas por los trabajadores en México. Y si tienes una empresa, puede ayudarte a atraer y retener el mejor talento. No solo funciona como un mecanismo efectivo para que un empleado pueda acumular recursos durante todo el período que trabaja para una compañía: además, promueve la cultura de la planificación financiera y da acceso a algunos beneficios fiscales.
Pero como explican los especialistas, se trata de una prestación de carácter contractual. Es decir, no está prevista en la normatividad laboral mexicana, por que lo que no es obligatoria. Y es por eso que no todas las empresas la incluyen entre sus beneficios.
Por tratarse además de una medida colectiva, cuando una compañía decide otorgar un fondo de ahorro tiene que formar un comité que regule su funcionamiento, a través de reglas o “estatutos”. Algunos de ellos son, por ejemplo, cuál es la fecha en la que los trabajadores pueden retirar sus aportaciones; si los empleados pueden solicitar préstamos antes de tiempo; y en qué condiciones tienen que devolver el dinero (por ejemplo, con o sin intereses).
Es importante mencionar que los empleados tienen la opción de retirar dinero del fondo de ahorro una vez al año, u optar por recibir la totalidad al final de su relación laboral. Para poder gestionar estos pagos en forma ordenada, es importante contar con un Sistema de Nómina Integral, que por ejemplo permita generar un Recibo de Nómina especial en caso de otorgar un préstamo.
Cómo funciona el sistema
Los empleados pueden aportar hasta el 13% de su salario, y el patrón deberá hacerlo con una cantidad igual o mayor. Por ejemplo, si un trabajador destina $900 a su fondo de ahorro y su empleador hace lo mismo, cada mes habrá acumulado $1,800 pesos.
Para que sus aportes sean deducibles de impuestos (y según lo establecido por el artículo 31 de la Ley del Impuesto sobre la Renta o ISR), la empresa puede integrar el fondo de ahorro al plan de previsión social. Además, debe cumplir con los siguientes requisitos:
- El aporte al fondo debe ser constante, es decir, debe realizarse en forma semanal, quincenal o mensual.
- Además del 13% del ingreso del trabajador, las deducciones nunca pueden exceder el equivalente a 1.3 veces el salario mínimo mensual del área geográfica donde opera la compañía.
- En caso de superar esos topes, el monto excedente será 100% gravable para ISR.
Vamos a poner un ejemplo concreto, para que lo tengas más claro.
- Un empleado tiene un ingreso mensual de $25,000
- Su aporte al fondo de ahorro es el 10% de su salario: $2,500.
- Para comprobar que no se está superando el tope establecido sobre el salario mínimo, vamos a tener en cuenta el de la Ciudad de México para 2019: $102.68 al día, o $3080.40 al mes.
- Si multiplicamos $3080.40 por 1.3, el tope es de $4004.52. Por lo que la deducción de $2,500 es aplicable.
En el caso del empleado, el incentivo fiscal para acumular recursos e invertir a través del fondo de ahorro (y no a través de una cuenta personal) es que los intereses están exentos del pago del ISR.
Para gestionar los fondos, las empresas se apoyan en casas de bolsa u operadoras de sociedades de inversión, que cuentan con los conocimientos e instrumentos especializados para que los recursos acumulados generen rendimientos competitivos.
En general, y para reducir el nivel de riesgo, los fondos de ahorro suelen destinarse a instrumentos de deuda gubernamental, corporativa y bancaria con buenas calificaciones.
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