Cuáles son los 4 grandes retos que podrían enfrentar las pymes en 2023 (¡Y cómo prepararse ante ellos!)

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Ante los desafíos, tanto personales como de negocios, tenemos dos opciones: por un lado, verlos de frente, analizarlos y prepararnos lo mejor posible para enfrentarlos; por el otro, ignorarlos y pensar que desaparecerán mágicamente mientras nos ocupamos de otras cosas más urgentes, como pagar la nómina o atender a los clientes. ¿Cuál crees que sea la opción más inteligente?

Por supuesto que durante el 2023 las pequeñas y medianas empresas (pymes) van a enfrentar retos, algunos relacionados con la economía y otros más comunes a los grandes corporativos. Lo importante no es solo tenerlos en cuenta, sino desarrollar estrategias para superarlos al menor costo posible y, de paso, aprender de ellos. Veamos cuáles son esos desafíos y cómo manejarlos.

#1. La inflación

Aunque continúa desacelerándose, la inflación aún continúa apretando el bolsillo de los consumidores mexicanos, y también de muchos otros en Latinoamérica, principalmente si tomamos en cuenta el costo de los alimentos y de la energía. Según el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) de la primera quincena de noviembre, la tasa anual se ubicó en el 8,14% anual.

¿Qué pronostican los analistas para el próximo año? Se muestran cautelosos sobre la desaparición de las presiones inflacionarias, por lo que no hay que descartar nuevas alzas en los precios.

En definitiva, es poco lo que podemos hacer para controlar la inflación desde el negocio. Entonces, solo nos queda trabajar “para adentro”, en aspectos como la operación y las finanzas. El primer paso es revisar los gastos mensuales y definir cuáles pueden ser recortados o directamente eliminados.

Por ejemplo, suscripciones a plataformas tecnológicas que ya no se utilizan o vales de comida y taxis. También es importante renegociar con proveedores actuales de servicios como telefonía celular o Internet, ya que ante la posibilidad de una baja en el servicio suelen ofrecer descuentos a sus clientes. Revisa además qué tan ordenado es el proceso de pagos de servicios o de la tarjeta de crédito bancaria, para evitar el pago de intereses o los costos por reconexión de un servicio.

Incluye siempre en estos procesos de análisis a tus colaboradores, ya que ellos están más en contacto con la operación diaria y pueden descubrir nuevas áreas de oportunidad para hacer un mejor uso del presupuesto.

#2. La caída en la demanda

Aunque luego de la contingencia sanitaria la actividad económica se recuperó, debes tener en cuenta que ante una posible desaceleración en todo el mundo, México podría entrar en recesión económica a mediados de 2023, durante al menos nueve meses. La razón será, principalmente, la contracción económica en Estados Unidos.

Pero como explican los especialistas, las recesiones son una parte natural de los ciclos económicos (y no implican necesariamente una crisis). Lo único que podemos hacer para enfrentarlas es fortalecer el negocio y nuestra propuesta de valor para los clientes. Un aspecto clave para poder superar una caída en la demanda es asegurar los pagos de la nómina y otros compromisos de la empresa mediante un flujo sano de efectivo.

Así que examina las políticas de pago de clientes y a proveedores (quizá hay que ajustar los periodos), revisa si hay facturas pendientes de pago o incobrables, y establece nuevas políticas para alentar el pronto pago; por ejemplo, descuentos por anticipos. En el caso de contratos grandes, pide a tus clientes que paguen un adelanto por tus productos o servicios, ya que así asegurarás el pago final.

Asimismo, haz una reserva de dinero para emergencias, ya sea a través de una cuenta bancaria o de un fondo de inversión con liquidez diaria. De esta manera podrás trabajar con tranquilidad y hasta planear alguna inversión para aprovechar una oportunidad inesperada, como una rebaja importante en equipos de cómputo o por parte de un proveedor.

#3. La subida en las tasas de interés

Con el alza de las tasas de interés será más caro y más difícil acceder a financiamiento; sobre todo para las pymes, ya que suelen tener un historial crediticio menos sólido, y muchas veces se ven obligadas a pagar tasas de interés más elevadas, como las de las tarjetas de crédito corporativas.

Por supuesto, el crédito puede ser necesario en algún momento del próximo año. Entonces, lo mejor es asegurarlo ahora, mientras tus ventas todavía están sólidas o el banco con el que trabajas aún te lo ofrece. Por supuesto, busca diferentes opciones y revisa a fondo las condiciones para asegurarte de que podrás pagar las cuotas con los ingresos operativos del negocio.

#4. La inversión tecnológica

Para 2023 se pronostica un crecimiento del 54% de las ventas por Internet, donde la mayoría serán realizadas a través de un dispositivo móvil. Eso significa que las empresas, sin importar su tamaño, necesitan incorporar las herramientas tecnológicas necesarias no solo para ampliar sus canales de comercialización, sino para asegurar una operación más eficiente del inventario y del área de logística.

En el caso de las pymes, la buena noticia es que hoy tienen acceso a un amplio abanico de plataformas tecnológicas escalables. Desde un software sencillo de facturación, hasta sistemas más robustos de cobro en el local o de administración empresarial, que permiten controlar todo el ciclo de compraventa de una empresa.

Lo importante es hacer compras planificadas, o sea, de la mano de un asesor que nos brinde información veraz y confiable acerca de qué necesita realmente el negocio y cuáles son las opciones disponibles. Además de un buen precio y seguridad, busca sistemas integrables y asesoría permanente para trabajar en un plan de inversión tecnológica a mediano y largo plazo.

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