¿Qué emprendedor se atrevería a decir que no necesita del apoyo de un contador? En estos tiempos —en donde la autoridad fiscal aumenta su capacidad para obtener información sobre los contribuyentes— está claro que necesitamos estar al día con el pago de los impuestos u otras obligaciones fiscales, como la emisión de facturas. Sin embargo, un contador es mucho más que el encargado de calcular cada mes el Impuesto sobre el Valor Agregado (IVA) o el Impuesto sobre la Renta (ISR) por pagar: se trata de un verdadero aliado de negocios, fundamental para enfrentar cualquier situación de crisis en la empresa.
Un contador, además de tener conocimientos en su ramo, puede aportarnos su visión financiera, fundamental para la toma de decisiones estratégicas, como la inversión en una nueva planta de producción, o la apertura de un local; sobre todo, para saber qué medidas tomar en momentos complicados; por ejemplo, ante el alza marcada en los costos. Para ayudarnos a detectar nuevas oportunidades de negocios y mantener o incrementar las ventas.
Antes de continuar con el papel específico de un profesional contable para ayudarnos a enfrentar situaciones complicadas, repasemos cuál es su misión. En pocas palabras, un contador ayuda a personas físicas, empresas y organizaciones a llevar un registro ordenado de los ingresos y egresos, mantener los costos bajo control, maximizar las ganancias y, por supuesto, cumplir con las obligaciones fiscales.
Aunque su formación inicial es común, hoy los contadores pueden especializarse en diferentes campos, como la contabilidad bancaria, las auditorías, los avalúos, los seguros o la factibilidad de proyectos de inversión. Así, su objetivo final es siempre el mismo: generar información contable fiable y ordenada, fundamental para el control de la operación de una empresa, así como para la toma de decisiones financieras y estratégicas.
Certidumbre en medio de la incertidumbre
Ahora, es precisamente esa información confiable y ordenada la que se vuelve imprescindible en medio de escenarios de incertidumbre como el actual, en el que los costos siguen creciendo, los consumidores restringen su nivel de consumo y las empresas retrasan sus proyectos de inversión. Muchos tienen la sensación de que la contingencia sanitaria quedó atrás… pero la realidad es que sus efectos aún son palpables.
En estos momentos es cuando el apoyo de un contador se hace más crítico, porque es quien puede ayudarnos a pensar en nuevas estrategias fiscales y tributarias —como la disminución de la carga impositiva—, pero también financieras y para potenciar el crecimiento. Veamos a detalle cuáles son las funciones contables que debes considerar de cara al próximo año.
1. La evaluación del entorno y de la empresa
Lo primero que tienes que pedir a tu contador cuando se presenta una situación complicada es que te comparta un análisis de la situación económica en general: básicamente, expectativas de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del país, del nivel de consumo, del índice de precios y de las tasas de interés.
También tiene que darte datos precisos con indicadores sobre la fortaleza interna de la empresa para enfrentar una tormenta, que muestren la evolución de los ingresos en los últimos 12 meses, el flujo de efectivo, el nivel de endeudamiento o el incremento de los costos. Para que pueda trazar tres escenarios diferentes para el próximo año: optimista, realista y negativo.
2. Un diagnóstico sobre el desempeño del negocio
Además de compartir números concretos sobre los ingresos, los gastos o el flujo de efectivo, un buen contador te ayudará a interpretar esas cifras. Analicemos un ejemplo concreto: un negocio que, a pesar de que no para de aumentar sus ventas, tiene problemas de liquidez para cumplir con la nómina y otras obligaciones. ¿Cómo es posible? El profesional contable te mostrará las inconsistencias que detecte en los ciclos de pago mensuales a empleados y proveedores, y trimestrales para clientes. Así como recomendar estrategias para la renegociación de los contratos con los proveedores o el cambio del perfil de la deuda de la empresa. En este análisis no pueden faltar todas las etapas del ciclo de compraventa a través de una plataforma de administración empresarial.
3. El desarrollo de una estrategia fiscal
Aunque solemos asociar el concepto de estrategia fiscal con los grandes corporativos, la realidad es que puede ayudar a empresas de todo tamaño a alcanzar sus objetivos de crecimiento. Su fin principal no es, como también suele creerse de manera errónea, pagar menos impuestos; sino optimizar al máximo los recursos disponibles en el negocio. Después de todo, reducir, eliminar o diferir obligaciones fiscales es un derecho que tiene cualquier contribuyente, siempre que se realice en forma lícita y se cuente como respaldo con la documentación necesaria, por ejemplo, facturas por ingresos o egresos. Para este proceso el contador es nuestro mejor aliado.
4. Asesoría para conseguir financiamiento
Otra tarea esencial del contador de una pyme o mipyme es asesorar a los dueños de la empresa en la búsqueda de capital para aprovechar una oportunidad de negocios o simplemente superar una escasez temporal de efectivo. Las opciones pueden ir desde un aporte de capital de los socios o hasta el uso de una tarjeta de crédito revolvente que permita comprar computadoras a 18 meses sin intereses, por ejemplo. Pero también están los créditos bancarios, los fondos de capital semilla y los apoyos gubernamentales.
Un buen contador se mantiene actualizado no solo con respecto a las disposiciones de la autoridad fiscal, sino también con respecto a las ofertas de financiamiento disponibles, las modificaciones en las tasas de interés y, por supuesto, el nivel de apalancamiento de la empresa, su situación ante el Buró de crédito y su capacidad crediticia.
5. La visión objetiva sobre el modelo de negocios
Por último, no exceptúes que un contador puede brindar consejos valiosos al hacer un ajuste o al directamente cambiar un modelo de negocio. La razón está en que posee una visión integral de los movimientos comerciales y de la fortaleza o debilidad financiera de la empresa. Entonces, puede realizar un análisis objetivo sobre los ingresos, la rentabilidad y las oportunidades que ofrece el mercado versus factores muy importantes a considerar, como la inversión, un aumento posible en los costos y mayores obligaciones fiscales que están siempre ligadas a un incremento en los ingresos.
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