Conocer el costo de ventas es fundamental para asegurar la salud financiera de tu negocio, ya que permite conocer no solo cuánto gastamos en fabricar y vender un producto o servicio, sino también cuál es el precio al que debemos venderlo para generar ganancias.
Otra de las ventajas de conocer este número es que permite realizar presupuestos más certeros, tanto de producción como de ventas y marketing, para así optimizar los recursos disponibles en la empresa. En este artículo queremos explicarte a detalle de qué se trata este concepto tan importante, qué tipo de costos incluye, cómo calcularlo de manera correcta y qué buenas prácticas debes aplicar en tu día a día. ¡Comencemos!
¿Qué es el costo de ventas?
Este concepto incluye todo lo que debemos gastar en fabricar un producto o servicio y colocarlo en las manos de los clientes, ya sea a través de una tienda física o en línea. Esto parte desde los procesos de fabricación hasta los de almacenamiento, logística y transporte. Veamos algunos ejemplos concretos para que lo entiendas mejor.- Si ofreces pizzas a domicilio incluirás en el costo de ventas la materia prima (harina, aceite, queso, etc.), las cajas para el reparto, el pago a los pizzeros y el servicio de los repartidores.
- Si en cambio tienes una tienda en línea de ropa, para calcular este costo deberás saber cuánto pagaste por cada prenda, cuánto te cuesta mantener el ecommerce cada mes y cuáles son los costos de envío (en caso de que no los cubra el cliente).
Tipos de costos incluidos en el costo de ventas
Para calcular bien el costo de ventas, tenemos que considerar diferentes tipos de gastos. ¿Cuáles? Eso dependerá del giro de tu negocio y de si vendes productos o servicios. Sin embargo, hay algunos costos comunes que debemos tener en cuenta.- Gastos administrativos o fijos: renta de oficinas, fábrica o local comercial; agua, energía eléctrica y otros servicios; telefonía e Internet; salarios y vacaciones; capacitación y entrenamientos; suscripciones (por ejemplo, para vender en un marketplace), etc.
- Gastos variables: materia prima, mano de obra u honorarios de colaboradores, compra de tecnología, campañas de marketing; transporte y logística; gastos de representación; viajes de negocios; etc. Ten en cuenta que cuando hay un aumento en la producción también hay un incremento en estos costos variables. Porque si vendes más pizzas, entonces tendrás que comprar más harina o queso. Pero también es cierto que el costo por unidad será menor.
Inventario inicial + Costo total de fabricación – Inventario final = Costo de ventas
En el costo total de fabricación se debe incluir la compra de materias primas, el costo de la mano de obra, los costos generales de fabricación, el almacenaje y el transporte, como costos directos. Pero también un porcentaje de los costos indirectos que permiten la operación general de la empresa, como los sueldos del personal administrativo y de contabilidad.Buenas prácticas para optimizar el costo de ventas
Ahora que ya conoces a detalle qué es y cómo calcular el costo de ventas, queremos recomendarte algunas prácticas para que puedas optimizar esta métrica y, por lo tanto, mejorar la rentabilidad del negocio.- Incorpora más tecnología y automatiza procesos. Para manejar datos más precisos necesitas apoyarte en plataformas de contabilidad y de administración, que te permitan acceder en segundos a datos como presupuestos de gastos e ingresos, pagos, cuentas por pagar y por cobrar, etc. La reducción de procesos manuales es vital para reducir el nivel de error humano y aumentar la productividad de las tareas.
- Capacita a tu equipo. Si tus colaboradores reciben capacitación y entrenamiento se optimizará el uso de los recursos disponibles. Y no estamos hablando solo de tecnología o dinero, sino también de horas de trabajo.
- Potencia tus acciones de marketing. Este es el último rubro en el que debes pensar para cortar gastos, es importante analizar la eficiencia de cada estrategia o campaña a través de indicadores clave. Por ejemplo, en el caso de campañas de email marketing hay que medir el porcentaje de apertura de los correos electrónicos o el número de leads generados que empujan al cliente hacia una compra (por ejemplo, un clic en el enlace de un producto en promoción en la tienda en línea).