Dicen que en compañía se vive mejor. Y esa frase aplica también en los negocios: con un aliado, podemos salir a conquistar nuevos mercados, ampliar las instalaciones o crecer en grande en las ventas por Internet.
Las alianzas estratégicas entre pequeñas y medianas empresas son una gran herramienta para la expansión. Se trata de acuerdos para el logro de un objetivo común, y que tienen una fecha de caducidad. No implica la compra o intercambio de acciones, ni fusiones. Sí la unión del conocimiento, capital y talento de dos partes, para crecer como no podrían hacerlo de manera individual.
Pero más allá de todas sus ventajas, nada asegura el éxito de los llamados joint-ventures. Si estás buscando un aliado, es importante que tengas en cuenta algunos puntos clave, para hacer una buena selección de candidatos y tomar, al final, la mejor decisión. Un error de este tipo puede terminar con el futuro de la empresa. Y esto es lo que tienes que saber.
1. Analiza si realmente necesitas un aliado
Muchas veces, los problemas de crecimiento de la empresa no están en la falta de recursos o contactos, sino en la operación interna. ¿Tu línea de producción es eficiente o hay demasiados gastos innecesarios? ¿Tu personal podría ser más productivo? ¿Hay alguna línea de negocio con un gran potencial de ventas pero que estás descuidando? A veces, más que buscar un socio lo que necesita un negocio es hacer los ajustes necesarios.
2. Trabaja en un plan detallado de crecimiento
Este documento debe incluir el objetivo concreto de la compañía (por ejemplo, exportar a España), un análisis de sus fortalezas y debilidades, un estudio del mercado, las metas de ingresos en el mediano y largo plazo, y el tiempo en el que se quiere hacer realidad ese proyecto. Con esa información clara, te será más fácil determinar qué tipo de socio necesitas.
3. Traza un perfil detallado de tu socio ideal
Esto es como buscar pareja: si tienes en claro qué quieres, evitarás sorpresas desagradables. Sobre la base de tu plan de expansión, determina qué necesitas de un aliado y en qué podrían complementarse (por ejemplo, él podría darte acceso a otros canales de distribución). Pero no solo eso, también es fundamental que haya coincidencias en cuanto a la cultura organizacional, la forma de hacer negocios, y los valores de los fundadores y accionistas.
4. No subestimes el valor de la confianza
Un aliado potencial puede parecer el indicado en el papel. ¿Pero qué pasa si tienes noticias sobre conflictos económicos con otros empresarios? ¿O tu asesor financiero te comenta sobre sus dudas sobre su solvencia? Además de investigar sus antecedentes en el mercado, ten en cuenta incluso lo que te dice tu intuición: si no te sientes cómodo, o algo te despierta una alerta en tu interior, toma en cuenta esas señales y no tomes decisiones apresuradas.
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