Si estás interesado en el tema del manejo del tiempo, seguramente habrás oído hablar de la palabra “procrastinar”. ¿De qué se trata?, es el hábito de postergar las tareas que son prioritarias para nosotros, y de reemplazarlas por actividades irrelevantes pero más agradables.
Todos pasamos por eso, hasta las personas más disciplinadas. Pero cuando la procrastinar se convierte en costumbre y empieza a afectar nuestro trabajo o negocio, es hora de tomar acción. Dejar las cosas importantes para el último minuto no sólo puede impedirte alcanzar los objetivos de tu negocio o causarte problemas con tu equipo, también significa un desperdicio de energía y un aumento de la ansiedad y el estrés.
Según nuevos estudios, la procrastinación tiene un origen emocional, relacionado con el miedo y otros sentimientos negativos. Ante la obligación de trabajar en una presentación para la próxima junta directiva o analizar los resultados financieros del mes, optamos por llamar a un cliente o revisar las redes sociales. “Me sentiré con más energía después”, pensamos, pero sucede todo lo contrario: aumenta el sentimiento de culpa y la frustración.
¿Qué hacer entonces? Necesitamos trabajar en nuestra capacidad de foco, nuestra energía y nuestro estado de ánimo. Ahí está la base del cambio, y acá te compartimos algunos consejos prácticos para lograrlo.
Analiza la causa profunda de tus hábitos
Cuando tienes un reto importante enfrente, ¿te has preguntado alguna vez qué te detiene? Quizá te sientas inseguro de no hacer el trabajo a la perfección. O no quieras pasar por la experiencia de ser rechazado. Entender nuestros sentimientos escondidos, cuáles son nuestros temores y qué nos impide avanzar es el primer paso para ser más disciplinados.
Quítale dramatismo al asunto
La manera en la que percibimos una situación determina cómo respondemos ante ella. Y muchas veces, caemos en nudos mentales que nos hacen ver las cosas más difíciles de lo que en realidad son. Evita caer en pensamientos como “este proyecto es demasiado complicado” o “nunca voy a terminarlo solo”, y concéntrate en cambio en el aprendizaje y recompensas que vas a conseguir.
Ponte en acción
Gretchen Rubin, autora del bestseller Mejor que nunca. Aprende a dominar los hábitos de la vida cotidiana, dice que uno de los secretos de la vida adulta es entender lo siguiente: lo que hacemos cada día cuenta más que lo que hacemos de forma esporádica. Es decir, si dedicas una hora por día a trabajar en tu plan de marketing, avanzarás mucho más que si te encierras a terminar con ese proyecto todo el fin de semana. Tu energía, capacidad de concentración y creatividad serán otras.
Esperamos que estas 3 claves te ayuden a enfrentar esos retos que parecen difíciles, pero que muy probablemente, con tiempo y empeño seguro lograrás superar. ¡Vamos emprendedor deja de procrastinar!
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