Cuando queremos emprender, o ampliar nuestra línea de productos y servicios, siempre es más fácil encontrar oportunidades entre clientes que ya existen, y están buscando nuevas soluciones para un problema. Piensa solamente en el caso de Netflix: la empresa no inventó la posibilidad de ver una película o una serie desde casa, pero sí de hacerlo a través de Internet, con un catálogo amplio y a cambio de una suscripción muy conveniente.
En este momento, hay muchos mercados ahí afuera listos para la disrupción, que esperan por emprendedores con ideas frescas sobre cómo hacer negocios y nuevas propuestas de valor.
Algunas de las quejas más comunes por parte de los consumidores son costos abultados, ineficiencias en el servicio y falta de transparencia. Pecados que los clientes, cada vez más globales y digitalizados, ya no perdonan. Vamos a ver con más detalle a qué señales hay que prestar atención.
Señal #1. Hay muchas quejas por parte de los consumidores
¿Cuántas veces te quejaste de lo que te cobra un banco por un servicio mediocre o directamente malo? ¿O de la impuntualidad y el maltrato de un taxista? Fueron este tipo de quejas las que dieron origen a los negocios de las fintech, o de los servicios de transporte a través de aplicaciones, como Uber. Una de las principales explicaciones de su éxito descomunal fue que investigaron y entendieron perfectamente las quejas, los “dolores” y la incomodidad de su público objetivo, y siguen en la búsqueda permanente de nuevos modelos y procesos para atender sus necesidades.
Señal #2. El cliente no entiende qué está pagando
Las ofertas en los supermercados funcionan bien porque la gente entiende perfectamente por qué está pagando: un kilo de papas, un litro de aceite o una botella de refresco. En cambio, le resulta difícil comprender por qué un abogado puede ofrecerle registrar una marca por $3,000, y otro pedirle $5,000 pesos o más. Cuando los consumidores empiezan a hacerse estas preguntas de manera frecuente, hay una industria lista para una disrupción y un modelo de costos más transparente. Tomemos el ejemplo de Canva, la plataforma de diseño gráfico y composición de imágenes que obligó a los profesionales del diseño a revisar y formalizar sus presupuestos.
Señal #3. Hay muchas regulaciones y costos asociados
Cuando hay grandes empresas que toman ventajas de un mercado con muchas barreras de entrada, consumidores frustrados, avances tecnológicos y emprendedores audaces, la disrupción es inevitable. El sector financiero es el que más se ha transformado en los últimos años gracias a esta combinación explosiva, y ha abierto las puertas de la inclusión financiera a millones de personas que no tenían la posibilidad de tener una tarjeta de débito o un crédito.
Otros sectores altamente regulados y listos para la disrupción son el de transporte, cuidado de la salud, seguros y automotriz.
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