Si eres dueño de un negocio y vives en una ciudad grande, seguramente tu sueño es trabajar desde casa. Las ventajas parecen muchas: evitar el tráfico de las mañanas para llegar a la oficina, ahorrar en gastos de comidas y tener más tiempo para hacer ejercicio o convivir con la familia.
Sin embargo, esta modalidad de trabajo también tiene sus retos en cuanto a la productividad. Es que las tentaciones son muchas. El no tener que cumplir un horario o las constantes distracciones pueden hacer que terminemos el día sin haber terminado con ninguna de nuestros pendientes. Y eso es algo que no podemos permitirnos cuando somos nuestros propios jefes.
Trabajar desde casa no es fácil, y exige planeación, disciplina y fuerza de voluntad. Aunque hay personas más organizadas que otras, hay algunas rutinas que los especialistas en productividad recomiendan seguir en general para ser más eficientes. Aquí te las compartimos.
1. Arma tu oficina
Aunque sea pequeño, tener un espacio exclusivo para trabajar te permitirá concentrarte mejor en tus tareas. Nada menos productivo que deambular con la laptop por la casa, y trabajar en la mañana en la cocina y en la noche en la cama. Da a tu escritorio un toque personal, por ejemplo con una vela de tu aroma favorito o una foto familiar. Y en lo posible, evita que otras personas realicen sus actividades en ese mismo espacio. ¿Los niños tienen que hacer la tarea? Es mejor que se instalen en su cuarto o en la mesa de la sala.
2. Define tus horarios de trabajo… y respétalos
El mayor reto del home office es mezclar la vida profesional y personal. Así que si decides trabajar de 9.00 a 5:00, comunícaselo a tus familiares y amigos, para no ser interrumpido. Y luego enfócate en lo que tienes que terminar en el día. Para evitar distracciones, no hagas nada que no harías en las oficinas de cualquier empresa: por ejemplo, prender la televisión, llamar a un amigo para preguntarle por sus vacaciones o pasar horas en las redes sociales.
3. Organiza tu agenda en bloques de tareas
Revisar el celular o contestar correos electrónicos son distracciones constantes que nos quitan energía y foco. Y que nos hacen perder una enorme cantidad de tiempo. Para evitarlo, agrupa pendientes que sean similares y asígnales un horario fijo. Por ejemplo, puedes revisar y contestar los e-mails en tres segmentos de quince minutos a lo largo del día: por la mañana, cuando inicias tu jornada laboral; al mediodía, antes de comer, y en la tarde.
4. Date tiempo para descansar
Otro reto de tener la oficina en casa es estar permanentemente “enganchado” con el trabajo. Si decidiste trabajar hasta las 18:00, cuando llegue la hora desconéctate. Eso implica no revisar los e-mails o contestar llamadas al celular por la noche, o revisar las redes sociales de la empresa. Además, date espacio para ir al gimnasio, correr por tu vecindario o simplemente salir a caminar. El ejercicio físico es fundamental para mantener tu cuerpo flexible, evitar dolores de espalda y mejorar tu capacidad de concentración y creatividad.
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