Por: Gilberto Sánchez, Director General de Aspel.
La tecnología brinda a los negocios una oportunidad de desarrollo, expansión y diversificación como respuesta al mercado en constante cambio. Por ello, resulta fundamental integrarla a los procesos para que las Pymes minimicen los riesgos y eleven sus posibilidades de éxito.
Un reciente informe ejecutivo de The Economist Intelligence Unit reveló que las compañías que no mantengan el ritmo de los cambios tecnológicos podrían desaparecer en 2020. Este dato nos sirve como referencia para destacar la importancia de la adopción de herramientas tecnológicas para lograr estabilidad y rentabilidad.
La tecnología permite usar mejor los recursos y tiempo de la empresa, lo que conlleva a tener un mayor enfoque en el negocio y en el desarrollo de estrategias, mejorando así la productividad. Otra gran ventaja es que eleva la competitividad, ya que proporciona información útil para tomar decisiones inteligentes; además, aumenta la innovación y hace que los procesos administrativos sean más eficientes, elevando las ganancias y minimizando las pérdidas.
Aunado a esto, la consultora Boston Consulting Group (BCG) en su estudio “Ahead of the curve: lessons on technology and growth from small business leaders”, encontró que los ingresos de las Pymes que utilizan tecnología, como sistemas informáticos, herramientas de conectividad y servicios basados en la nube, crecieron 15% más rápido y generaron empleo al doble de velocidad que las que usaron poca tecnología durante los últimos 3 años.
Algunos otros beneficios directos del uso de tecnología son el manejo efectivo de inventarios, reducción de costos, creación de nuevas oportunidades de negocio, acceso a informes y reportes centralizados que facilitan el análisis y la interpretación de resultados, e incremento en los márgenes de utilidad, rentabilidad y liquidez.
Pero, ¿qué pasa si no se cuenta con ella? De acuerdo con un estudio del Instituto de Investigaciones en Tecnoeconomía (Techno Economy Research – TRI), las empresas que no utilizan las Tecnologías de la Información (TI) como herramientas competitivas en sus negocios ven limitado su crecimiento y pueden perder hasta un 30% de sus ingresos por falta de controles en la gestión.
Por estas razones, resulta de gran valor incluir la implementación de soluciones tecnológicas dentro de un plan de negocio. Y para ello, es indispensable que las Pymes se acerquen a expertos que las apoyen en la elección del software adecuado al tamaño y necesidades de su negocio, y sobre todo que proporcionen soporte técnico de primer nivel que las asesore adecuadamente.
Para concluir, es imprescindible recibir la orientación y capacitación necesarias para que la tecnología sea considerada como una inversión que permite a las empresas progresar en términos de innovación, eficiencia, relación con el cliente y que las colocará a la vanguardia, lo que siempre representará un valor agregado frente a la competencia.
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