La Contabilidad Electrónica es la obligación que tienen los contribuyentes de llevar sus registros y asientos contables en forma digital, para ingresar, mensualmente, su información al portal del Sistema de Administración Tributaria (SAT) vía Internet.
Esta disposición fiscal se oficializó desde julio del 2014 y su aplicación ha sido escalonada, pero será a partir del 2016, cuando todas las personas físicas y morales con ingresos menores a 4 millones de pesos estarán obligadas a realizar su Contabilidad Electrónica; por lo que debemos poner manos a la obra para no dejar este proceso al último momento.
Para cumplir de forma adecuada con la disposición fiscal, se debe enviar al SAT:
Balanza de comprobación mensual.
Catálogo de cuentas con el código agrupador del SAT para su interpretación, el cual se envía una vez para su revisión y resguardo; a menos que existan modificaciones, se debe enviar la actualización.
Pólizas contables y auxiliares, sólo se entregarán cuando el SAT ejerza facultades de comprobación, se solicite una devolución o se realice una compensación.
Los documentos deberán ser enviados vía Internet en el portal del SAT, en archivos XML a través del Buzón Tributario, utilizando la Firma Electrónica Avanzada (FIEL).
Toma en cuenta estos requisitos e infórmate de los detalles de envío con tu contador, para que al momento de realizar tu Contabilidad Electrónica, sea de forma correcta y evites retrasos. También se debe considerar que los contribuyentes en régimen de arrendamiento, servicios profesionales e incorporación fiscal, quedarán relevados del envío de la Contabilidad Electrónica, siempre que registren sus operaciones en el módulo de contabilidad de la herramienta ‘Mis Cuentas’, dentro del Portal Tributario y sus ingresos sean menores de 2 millones de pesos.
Ante todo ello, ¿en qué nos beneficia la Contabilidad Electrónica y en qué nos afecta? Como todo cambio, esta disposición fiscal nos obliga a hacer modificaciones en el proceso contable de nuestra empresa o negocio, en primera instancia, a mantener el orden en nuestros registros y la contabilidad al día; asimismo, al trasladar nuestros registros y facturas de papel al formato digital, se permitirá mayor transparencia y claridad en los movimientos.
Por otra parte, el cambio a lo digital nos obliga a echar mano de la tecnología para favorecernos, hay que informarnos y buscar el Software de Contabilidad Electrónica que se adecue a nuestras necesidades para hacer el proceso más sencillo, rápido y preciso. Recuerda que pese a invertir tiempo y dinero para cumplir con la Contabilidad Electrónica, aprender y capacitarnos de forma adecuada en el uso de estos sistemas administrativos, nos ayudará a afrontar la tarea sin complicaciones y a cumplir a tiempo con las obligaciones fiscales.
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