La ética empresarial es uno de los pilares más importantes del liderazgo moderno. Y a la vez, uno de los más descuidados, sobre todo entre los dueños de pequeñas y medianas empresas (Pymes). Es por eso que hoy hay en las organizaciones tantos problemas relacionados con el robo hormiga, los desvíos de dinero, el tráfico de influencias y la corrupción.
Para evitar estas prácticas, que pueden causar un gran daño a la organización, se necesita contar con un código que regule el comportamiento de empleados y directivos dentro y fuera de la compañía. Porque solo con el establecimiento y la comunicación de valores y normas habrá claridad y previsibilidad, y todos estarán al tanto de la posibilidad de sanciones en caso de no respetarlos.
Este documento tiene una ventaja adicional: favorece la creación de un equipo motivado con el bien común de todos los integrantes de la empresa, y alineado detrás de valores importantes, como la honestidad y la transparencia. Un empleado puede ser talentoso, o dar los mejores resultados en su área, pero si solo trabaja pensando en su propio beneficio a la larga terminará ocasionando problemas.
Paso a paso
Para arrancar con la redacción de un código de ética, vamos a definirlo: se trata de un documento que incluye los modos de actuar sustentados en valores que son considerados como obligatorios dentro y fuera de la compañía, y cuyo incumplimiento hará que un empleado (no importa cuál sea su rango) sea sujeto a sanciones.
Para empezar a trabajar en su redacción, estos son los pasos recomendados por los expertos en cultura organizacional:
1. Borrador
En el primer borrador deben trabajar el dueño de la compañía junto con sus colaboradores más importantes. Quién mejor que el fundador para conocer la tradición y los valores sobre los que se sustentan la empresa, su historia y su visión de futuro.
2. Revisión de comité
El segundo paso es la conformación de un Comité de Ética, integrado por tres a siete empleados de diferentes áreas de la empresa. Su función es revisar el borrador de documento, sugerir cambios o agregarlos, y comprobar qué tan aplicable son las normas y sanciones previstas.
3. Segunda versión
Luego, el comité debe presentar una segunda versión del código al dueño y a los integrantes de la alta dirección, para que lo revisen y den su aprobación final. Este documento debe incluir los mecanismos internos de denuncia, comprobación de los hechos y cómo se aplicarán las sanciones.
4. Comunicación e implementación
El siguiente paso tiene que ver con la comunicación del conjunto de normativas a todos los integrantes de la empresa. De no hacerlo, el documento se convertiría en letra muerta, y no tendría ningún impacto en el comportamiento diario de los empleados.
Para lograrlo, se puede organizar un encuentro con todo el equipo, en el que el dueño o director general presente el código de ética, sus fundamentos e importancia. Y comunique cuáles son los valores en los que se apoya, y las sanciones en caso de incumplimiento. Para asegurarse de que los trabajadores conozcan todos los puntos del documento, se pueden realizar charlas periódicas, o programar envíos semanales por email con detalles de cada uno de los puntos.
5. Auditoría
Por último, es importante establecer auditorías y revisiones periódicas del documento, su contenidos y la aplicabilidad en la empresa y en el ambiente en el que opera, para adaptarlo a los nuevos tiempos e introducir los cambios necesarios.
Ahora que ya conoces el proceso, ¿qué esperas? Este mecanismo suma a la cultura de la empresa y a que los colaboradores se sientan identificados y representados.