Uno de los aspectos más importantes a la hora de desarrollar una empresa es su identidad corporativa, ésta no sólo incrementa el valor comercial de la marca, el producto y/o servicio, sirve también como un gran diferenciador ante la competencia.
Si tomamos como referencia a las grandes compañías, nos podemos dar cuenta que no hace falta más que ver su logotipo o escuchar su nombre para poder identificarlas; saber a qué se dedican o hacen debe ser una relación automática con sus productos o servicios, podemos poner a Coca Cola como ejemplo, cuyo posicionamiento es altísimo y sobrepasa a la de otros productos similares, a tal grado que muchos clientes ya no van a la tienda por refresco, van por la experiencia. Actualmente podemos ver a esta marca apostando por el marketing emocional, dejando de lado al producto en sí, para vincularlo con experiencias y emociones para sus consumidores.
Esta referencia es con la intención de destacar la importancia de la imagen para cualquier compañía, tener una identidad corporativa es vestirse para el mundo y de ella depende la aceptación que se tenga sobre una empresa. Es importante que a la hora de elegir tu identidad, busques aquello que te identifique y vincule de algún modo con tu producto o servicio, pero sobre todo que vaya dirigido al segmento de tu interés.
Lo más recomendable al momento de desarrollar una identidad corporativa es acercarse a un especialista en mercadotecnia, al plantear la idea y explicarle a quién va dirigida la oferta comercial podremos tener una visión más objetiva, ya que en muchas ocasiones el gusto personal no va de la mano con el objetivo, visión o misión de la empresa.
Para ponerlo en palabras más simples, una persona con perfil público por lo general se viste y expresa conforme lo dicta su asesor de imagen, porque al estar bajo la luz pública no quiere perder confianza y credibilidad, lo mismo pasa con una marca, si la imagen no va acorde con lo que se quiere expresar o su comunicación no está bien dirigida, se puede perder gran parte del terreno comercial.
Debemos tener claro que la imagen es el reflejo de lo que somos o representamos ante nuestros consumidores, la aceptación de la marca dependerá de la confianza y compromiso que adoptemos con ella y lo que realmente transmitimos.
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