Se dice, y con razón, que una de las lecciones más importantes de ser emprendedor es que no se puede perder nunca la humildad. Porque es imposible saber absolutamente todo, no cometer ningún error o ser capaz de solucionar sin ayuda cada problema que se presente: es aquí cuando entran a jugar las figuras del coach de negocios y del mentor como una fuente de orientación, consejos y motivación.
¿Pero cuál es la diferencia entre uno y otro? ¿Y a quién necesitas realmente en esta etapa de tu negocio? En este artículo queremos contarte qué puede aportarte cada uno y cómo definir con quién te conviene trabajar para llevar a tu empresa al siguiente nivel. Empecemos por definir cada figura.
Qué es un coach de negocios
Un coach es un profesional con conocimientos profundos y experiencia sobre determinada área de negocios, entrenado para compartirlos a través de sesiones de capacitación y entrenamiento. Por ejemplo, sobre liderazgo, habilidades de comunicación, ventas, desarrollo de procesos o escalamiento de la empresa.
En los últimos años, este tipo de servicios se popularizó y por eso ahora hay toda una industria alrededor de la figura del coach. Pero hay que precaver no contratar a personas que, en realidad, tienen poca experiencia y cuyo aporte a la empresa sería muy poco. Por eso, antes de firmar un contrato investiga todas las opciones disponibles en el mercado, busca referencias; por ejemplo, acerca del instituto u organización donde se formó el coach, solicita pruebas de resultados obtenidos, como la recomendación de algún cliente satisfecho.
Una señal clara del profesionalismo de un coach es cuando te solicita realizar una primera llamada introductoria para presentarse; sobre todo para entender tus necesidades y expectativas, para determinar si puede ayudarte o no.
Qué es un mentor
En cuanto a un mentor, se trata de alguien que de manera voluntaria se convierte en guía de un emprendedor o empresario menos experimentado en un área específica de negocios. En general, se trata de relaciones más personales, más empáticas y más largas que las establecidas con un coach que brinda sus servicios a cambio de una retribución económica.
El lado B de la mentoría es que puede volverse muy informal, ya que ambas partes pueden cancelar sus reuniones a último momento por temas de trabajo, o no se enfocarse en problemas específicos del negocio. Por eso, lo ideal es acceder a ella a través del programa de una buena aceleradora de negocios, que establezca rutinas de trabajo y dé seguimiento a los avances.
Otro buen consejo es buscar a un mentor para avanzar en un área específica de negocios donde pueda aportar su experiencia y consejos, así como buenos contactos. Por ejemplo, en el caso de la comercialización, para acceder a entrevistas con los responsables de compras de grandes cadenas de supermercados o con expertos en cadenas logísticas.
Y entonces, ¿qué necesito?
Ahora que tienes más clara la diferencia entre un coach de negocios y un mentor, necesitas responderte cuál te conviene más.
En general, en las etapas más tempranas de la empresa, los dueños necesitan mejorar ciertas habilidades específicas para poder escalarla. Entonces, lo que necesitan es un coach que los entrene durante un periodo determinado, y que además ayude a aplicar sus nuevos conocimientos en el día a día de la compañía.
Los mentores son ideales para la etapa posterior de aceleración de la empresa, pues suelen tener poco tiempo, no son tan accesibles y entonces es mejor contactarlos para aprovechar al máximo su experiencia y contactos. Por ejemplo, si el negocio aún no está listo para empezar a vender por Internet, busca una inyección de capital o desembarca en otro país. ¿Para qué iniciar una relación con un gran empresario, que a menos que tenga una relación personal con el fundador, mostrará poco interés en un proyecto todavía pequeño?
Por último, no dejes de tener en cuenta que tanto un coach de negocios como un mentor pueden ayudarte a mejorar no solo en habilidades específicas para el crecimiento de tu negocio, sino también para tu desarrollo personal. Ahora más que antes somos conscientes de la importancia de alcanzar un mayor equilibro entre el trabajo y la vida personal, de desarrollar relaciones más sanas o de cuidar nuestra salud física y mental.
Quizá también te interese…
Contenido relacionado:
- 5 consejos para conseguir un gran mentor
- Liderazgo femenino, ¿cómo promoverlo en tu empresa?
- 5 prácticas para fortalecer tu capacidad de resiliencia
Contenido recomendado: