Las empresas familiares forman una parte significativa de la economía nacional en México, ya que constituyen al menos el 65% del universo PyME; sin embargo, sólo 12% de ellas sobrevive a la tercera generación y 3% a la cuarta.
De acuerdo con estadísticas recientes, 40% de las causas de desaparición de una empresa familiar son las crisis internas que viven sus participantes. Para que no desaparezcan con el tiempo, el banco suizo UBS da estas recomendaciones:
1. Profesionalizar la dirección del negocio: Establecer un gobierno corporativo, ya que de él depende el éxito a largo plazo.
2. Desarrollar a la generación siguiente: Transmitir a los hijos, desde pequeños, los valores familiares y de la empresa por medio de juegos y trabajo en equipo.
3. Integrar a la próxima generación: Involucrar a los hijos en el negocio. Decidir bien cómo participarán y que responsabilidades tendrán.
4. Considerar alternativas de sucesión: Determinar si se deja toda la responsabilidad del negocio a una o a varias personas.
5. Implementar una estrategia de propiedad de largo plazo: Evaluar las propiedades que se dejarán para el desarrollo de la empresa.
6. Definir una estrategia de liquidez: Resolver cómo se reparten las ganancias, quién se lleva qué y cuánto, qué restricciones hay para el retiro de recursos del negocio entre los integrantes de la familia.
7. Mantener una buena comunicación: No importa la relevancia de la decisión, todas deben ser comunicadas y consultadas entre los miembros de la familia.
En tu opinión, ¿cuáles son los principales factores que “matan” a una empresa familiar?