Si quieres que tu empresa sea realmente innovadora, está claro que no basta solo con tu voluntad o el asesoramiento de un experto: también necesitas un ambiente de apertura y creatividad. Y para lograrlo, es fundamental contar con los empleados adecuados.
Según varios estudios, hay cinco tipos de personalidad que promueven la creatividad, el desarrollo de nuevas ideas y su ejecución en los negocios. Que se distinguen por sus creencias, actitudes y comportamientos. Y que necesitan trabajar juntas, para complementarse y potenciar sus fortalezas. Aquí te contamos cuáles son, y por qué las necesitas sí o sí en tu empresa.
1. Los promotores
Estos colaboradores son los líderes naturales de cualquier proyecto de innovación y los principales aliados de los dueños de un negocio. Tienen una personalidad fuerte, una capacidad natural de liderazgo y les gusta trabajar en equipo. Están motivados por los desafíos, los resultados y por sus propios beneficios económicos, pero sobre todo por la idea de generar un impacto de largo plazo en la vida de otras personas.
2. Los experimentadores
Sus principales ventajas son la apertura a las nuevas ideas, su capacidad de trabajo, su persistencia y su tolerancia al fracaso. Por lo que son los colaboradores ideales para ejecutar los proyectos de innovación y darles seguimiento. También son perfeccionistas, por lo que es importante que se apoyen en un líder que los impulse a seguir adelante, para no quedarse atrapados en los pequeños detalles.
3. Los aplicados
Son los más comprometidos con su trabajo y cualquier iniciativa que signifique el crecimiento de la empresa. Aún cuando las condiciones no son las ideales, no se quejan y animan a sus compañeros a seguir adelante. Ven a la innovación como una oportunidad de llevar al siguiente nivel el valor que se entrega al cliente, y también para marcar una diferencia en sus actividades diarias y en su carrera profesional.
4. Los controladores
Contra lo que podríamos suponer, son imprescindibles para el éxito de cualquier proyecto de innovación, porque significan el contrapeso necesario de los promotores y experimentadores. Se sienten cómodos cuando son parte de una estructura, e incómodos con el riesgo. Prefieren tener el poder de decisión, apoyarse en procesos claros, reportar a un superior y enfocarse en objetivos concretos y medibles.
5. Los resistentes
Son los que de alguna manera rechazan la innovación, y recuerdan a los más audaces de la empresa que hay consumidores que atender, un presupuesto que respetar y facturas por cobrar. Representan la necesaria cuota de realidad para impedir que un proyecto atente contra las finanzas de la compañía, o termine afectando la relación con los clientes más importantes. Su resistencia es más pasiva o menos visible que la de los controladores, pero puede ser más poderosa e influyente. Por lo que es fundamental incorporar este tipo de empleados en los equipos y explicarles por qué su participación es importante.
¿Qué tipo de líder eres tú?, ¿cuáles de estas características logras ver en tu equipo de trabajo?
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