Se dice que los emprendedores y empresarios más exitosos son también los más resilientes. Aquellos que además de superar las mayores dificultades en los negocios y en la vida, también son capaces de aprender valiosas lecciones para crecer incluso en los ambientes más hostiles.
Es cierto, hay personas que son naturalmente resilientes; o que quizá aprendieron a serlo desde pequeños por su entorno o su historia familiar. Pero más allá de las circunstancias particulares, la resiliencia es una capacidad que puede entrenarse. Hoy queremos contarte cuáles son las prácticas que pueden ayudarte a lograrlo.
1. El mindfulness
¿Qué significa mindfulness? En esencia es la capacidad de fijar nuestra atención en el ahora, para dejar de oscilar entre las preocupaciones del pasado y las del futuro. Para alcanzar ese estado podemos recurrir a la meditación diaria, ya sea mediante aplicaciones o de la mano de un instructor. También funciona caminar por un bosque, hacer ejercicio, practicar un deporte o incluso incorporar algún nuevo pasatiempo, como la jardinería o la pintura.
2. Agradece
Otra herramienta efectiva para fortalecer nuestra capacidad de resiliencia es recordar por qué estamos agradecidos. Por ejemplo, por los logros del negocio o la calidad de los clientes, por nuestra familia o por esas vacaciones que estamos planificando para fin de año. La mejor manera de hacerlo es redactar una lista para que el agradecimiento no quede solo en nuestra cabeza. Haz de este ejercicio una rutina al final de cada jornada de trabajo a modo de resumen de todas las cosas buenas que te pasaron.
3. Cuida tu voz interior
En momentos de dificultad, y cuando empezamos a dudar de nuestra capacidad de salir adelante, podemos caer en el autoboicot. Y escuchar una voz interior que nos dice: “quizá esta vez no puedas superarlo”. En el momento en el que aparezca, simplemente dile: “Para”. Y recuérdate a ti mismo, como lo harías con un hijo o un alumno, todas las cosas buenas que lograste en el pasado, y todo lo que has aprendido en los últimos tiempos.
4. Toma el control de cada día
Uno de los síntomas más característicos de las personas que se sienten estresadas o deprimidas es la parálisis: esa sensación de vivir en automático sin poder avanzar ante los pendientes primordiales o con ningún proyecto que pueda tener un impacto real en los resultados del negocio. Si te sientes así, piensa que la vida es constante movimiento, por ello lo único que puedes hacer en el presente es actuar para seguir adelante: toma las riendas de tu destino. Recuerda que perseverar implica dar cada día un nuevo paso.
5. Dedica tiempo a generar y cultivar buenas relaciones personales
Los lazos afectivos y de confianza con familiares, amigos y colegas de trabajo son fundamentales para sentirnos apoyados, valorados o contenidos durante épocas difíciles. No se trata de pedir ayuda, sino de ofrecerla a otros también, para acompañarlos, aprender de sus experiencias y ganar perspectiva al momento de atravesar por una crisis.
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