En líneas generales, las empresas tienen dos tipos de trabajadores: los asalariados o de base, y los de confianza. Estos últimos se desempeñan en puestos estratégicos de mando, con un mayor grado de responsabilidad y autonomía en la toma de decisiones. Son un apoyo clave para el dueño del negocio; por lo tanto, es fundamental aplicar buenas prácticas en su proceso de selección en áreas como la de Contabilidad y Finanzas. Hoy queremos explicarte cómo seleccionarlos adecuadamente.
Antes, te contaremos un poco más acerca de este perfil. De acuerdo a la legislación laboral mexicana, un trabajador o empleado de confianza es aquel que ejerce funciones de mando delegadas en forma directa por el director general o el dueño de la empresa. Tiene capacidad de mando por sobre el resto de los colaboradores, y entre sus funciones más básicas está la supervisión e inspección de determinadas áreas, la fiscalización interna y la toma de decisiones sin necesidad de consultar a un superior.
También puede administrar dinero y cuentas bancarias, así como manejar secretos comerciales e industriales. A su vez, puede representar a los socios o al máximo directivo de la empresa para la firma de un contrato o para la liberación de un pago. El fin último de este perfil de colaborador es asegurar una gestión más transparente en el negocio; para lograrlo, esta condición de confianza debe ser comunicada al resto del personal.
Como está establecido en la Ley Federal del Trabajo, “las condiciones laborales de los trabajadores de confianza serán proporcionales a la naturaleza e importancia de los servicios que presten, y no podrán ser inferiores a las que rijan para trabajos semejantes dentro de la empresa”. Pero también hay que considerar que, como contrapartida de los beneficios adquiridos, también se pierden algunos derechos laborales, como la posibilidad de asociarse sindicalmente.
En el caso del personal de confianza de áreas clave como Contabilidad y Finanzas, la importancia del proceso de selección aumenta por la sensibilidad de la información que gestiona. Así también por la ejecución de procesos como el pago de impuestos, el cierre de la contabilidad anual o la elaboración de reportes financieros para socios e inversionistas.
Siempre que se quiera contratar personal de confianza hay que buscar habilidades como:
- Conocimientos
- Experiencia
- Seriedad
- Profesionalismo
Cuando se trata del departamento de Contabilidad y Finanzas, se precisan habilidades adicionales, como:
- Flexibilidad
- Vocación por el aprendizaje constante
- Inteligencia emocional
- Capacidad de liderazgo
- Compromiso con el crecimiento de la empresa y los intereses de los socios.
Veamos ahora cómo encontrar candidatos para este puesto aplicando los filtros adecuados.
Paso a paso
Seleccionar el personal de confianza de un negocio significa una serie de pasos que tienen que implementarse de forma progresiva, como:
- Definir los datos del perfil
- Revisar si hay personal interno que pueda ocupar el puesto (esta es siempre una opción recomendada por el nivel de conocimiento sobre el colaborador y su desempeño en la empresa)
- Buscar recomendaciones a través de empresas de reclutamiento, asesores u otros empresarios
- Filtrar las postulaciones
- Entrevistar a los postulantes
- Checar sus referencias (en ocasiones, pueden solicitarse certificados de antecedentes penales)
- Hacer evaluaciones internas, con apoyo del área de Recursos Humanos
- Redactar un informe detallado sobre los candidatos finalistas
- En caso necesario, realizar una presentación ante el dueño del negocio y sus socios
- Tomar una decisión final
Antes de finalizar, detallamos algunos de estos pasos para que puedas aplicar el mejor proceso de selección posible.
En cuanto a las evaluaciones, es imprescindible aplicar un diagnóstico psicológico y técnico a cada candidato, a fin de evaluar el grado de confiabilidad, empatía y compromiso que puede ofrecer a los dueños del negocio.
En el momento de la contratación, además de analizar las prestaciones y condiciones laborales ofrecidas, hay que hablar de responsabilidades y expectativas por parte del dueño y los directivos; y, por supuesto, de sanciones en caso de que no se alcancen los objetivos esperados o de suscitarse fallas relacionadas con la confianza depositada en el colaborador.
La fase de inducción es fundamental, ya que para que el colaborador o empleado de confianza pueda cumplir de lleno con sus funciones es necesario que el resto de los colaboradores entienda y acepte su capacidad de mando, así como su relación especial con el dueño del negocio.
Como conclusión, recuerda que además de la tecnología, una de las mejores herramientas contables y financieras para el éxito de tu negocio es una correcta selección del personal.
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