Puntos principales
- El manejo del riesgo financiero es una preocupación tanto para los dueños de pequeños negocios como para quienes están al frente de una gran compañía.
- Mantener bajo control el riesgo financiero de una empresa consiste en reducir las amenazas potenciales e, idealmente, eliminarlas, para asegurar la operación y la rentabilidad.
- Lo primero que tienes que medir es el flujo de la operación de la empresa, para entender cuáles son los costos más importantes y dónde están las principales ineficiencias.
En estos momentos, el manejo del riesgo financiero es una preocupación tanto para los dueños de pequeños negocios como para quienes están al frente de una gran compañía. Y no se trata solo de manejar correctamente el flujo de efectivo, o de formar un fondo de reserva, sino de tomar en cuenta todas las áreas de la empresa, desde producción y recursos humanos hasta marketing.
Mantener bajo control el riesgo financiero consiste en reducir las amenazas e, idealmente, eliminarlas, para asegurar la operación y la rentabilidad. Por supuesto, hacerlas desaparecer por completo es imposible, ya que existen factores externos que el dueño del negocio no puede controlar. Por ejemplo las condiciones macroeconómicas o la estrategia propia de los clientes al momento de gastar su presupuesto.
Además, y como explican los expertos, esta es una estrategia que no podemos aplicar solamente ante la inminencia de una crisis, o una vez al año. Debe ser una tarea continua, para que entonces podamos evaluar la salud financiera del negocio, identificar riesgos a tiempo y adelantarnos a los problemas. ¿Cómo lograrlo?, a través de este plan de cinco pasos.
#1. Evalúa la eficiencia de la operación
Lo primero que tienes que medir es el flujo de la operación de la empresa para entender cuáles son los costos, identificar dónde están los más importantes y dónde están las ineficiencias. Es importante analizar hasta el más pequeño detalle, para detectar por ejemplo fugas de dinero o un aumento considerable en los gastos hormiga.
Como herramientas útiles para este proceso, puedes apoyarte en un organigrama de la organización, en el paso a paso desde que un cliente solicita un producto o un servicio hasta que lo paga y lo recibe, y en plataformas de administración empresarial, de las que puedas obtener datos clave sobre todo el ciclo de compra-venta.
A veces, el mayor riesgo financiero de una empresa está en perder su mejor talento.
#2. Toma decisiones basadas en indicadores
Las métricas no solo son útiles para medir el desempeño del negocio o la rentabilidad de una inversión. También son fundamentales para el análisis y la toma de decisiones inteligentes sobre todas las áreas de la empresa, por ejemplo las relacionadas con la aceptación de un nuevo contrato de trabajo, la contratación de más personal o de la compra de equipo.
En general, los indicadores son cuantitativos, pero a veces también pueden ser cualitativos y estar relacionados, por ejemplo, con el impacto de un recorte de personal sobre el clima laboral.
#3. Nutre tu mejor talento
A veces, el mayor riesgo financiero de una empresa está en perder su mejor talento. Sobre todo cuando se trata de proveedores de servicios, como una agencia de marketing, una estética o una editorial. Los puestos críticos suelen ser aquellos en los que hay un contacto directo con el cliente, y en los que el empleado tiene que mantener y asegurar su confianza y lealtad.
Para mitigar el riesgo financiero del negocio, una táctica recomendada es tercerizar funciones que tienen que ver con la operación diaria pero no tienen un impacto tan directo en los resultados, como por ejemplo el manejo de la contabilidad o los servicios de limpieza de las instalaciones.
#4. Mantén la empresa preparada para los imprevistos
Otro paso fundamental para mitigar el riesgo financiero, y asegurar tu tranquilidad mental, es anticiparse a problemas como la pérdida de un cliente importante, la rotura de un equipo, un accidente o un juicio laboral. ¿Ya sabes cómo pagarías por eso? Una opción es hacerlo a través de fondos propios o las utilidades que va generando la empresa.
También puedes solicitar un crédito y, si resulta aprobado, mantenerlo en stand by para que puedas utilizar ese capital ante una situación de emergencia. Por supuesto, contar con buenas pólizas de seguros es un elemento fundamental dentro de una estrategia de mitigación de riesgos, y definir cuáles necesitas va a depender del giro de la actividad.
#5. Diversifica las fuentes de ingresos
Por último, nunca olvides que como dueño del negocio, tu principal rol debe ser mantenerte atento a los cambios y tendencias en tu mercado. Y detectar a tiempo, por ejemplo, que un producto o servicio está perdiendo relevancia, o que la aparición de una nueva tecnología podría poner en peligro tu rol como proveedor.
En una era de cambios acelerados, la mejor estrategia para no perder ingresos de forma repentina es mantener un catálogo diversificado de productos y servicios, que te permita asegurar ingresos y mantener relevante tu propuesta de valor a lo largo del tiempo.
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