Durante los últimos años, el mayor acceso a Internet y el uso masivo de celulares inteligentes transformó la forma en la que compramos productos y servicios. Con la llegada de la pandemia por Coronavirus y tras las extensas semanas de aislamiento obligatorio, esos cambios se aceleraron e incorporaron a nuevos segmentos de la población. Por ejemplo, a aquellos que nunca habían hecho una compra a través de un ecommerce.
Durante esa cuarentena extendida tuvimos que suspender hábitos tan sencillos como ir al supermercado, pasar por la panadería o visitar nuestra heladería favorita los fines de semana. Por eso, las tiendas de alimentos se vieron obligadas a impulsar sus estrategias de ventas en línea, y este canal aumentó significativamente su participación en este sector.
Veamos las cifras de un estudio publicado por la consultora Kantar en noviembre pasado, basado en los paneles de consumo de hogares en siete grandes mercados (Reino Unido, Francia, España, México, Brasil, China continental e Indonesia). Antes de la pandemia, el ecommerce representaba el 8.7% de las compras de alimentos en esos países y esa cifra se disparó al 15.1% en el cuarto trimestre de 2020. Si bien se estabilizó en un 13.7% en el primer semestre del 2021, se prevé que seguirá creciendo de la mano de aquellos compradores que adoptaron definitivamente el canal digital y que registran una mayor frecuencia de compra.
La principal conclusión de Kantar sobre las ventas de alimentos en línea es que…
…mientras en los países europeos hay un cierto estancamiento en el corto plazo, en países como México y Brasil este canal no va a parar de crecer.
Por eso, si vendes alimentos y bebidas es esencial que comprendas el comportamiento cambiante de tus consumidores, cuáles son sus nuevas demandas y qué retos tendrás que enfrentar en los próximos meses.
#1. La atención de un consumidor más autocomplaciente
Con la aparición del coronavirus y sus nuevas variantes, la crisis económica y ahora las últimas noticias sobre la invasión a Ucrania, el consumidor se siente cada vez más vulnerable, inseguro y angustiado. Su reacción ante la suma de hechos que escapan de su control es refugiarse en acciones que le generan bienestar y placer, como meditar o hacer ejercicio, comer de forma más saludable, o satisfacer algunos “caprichos” (como un postre o un helado) a través de compras por Internet.
#2. La venta de productos frescos y orgánicos
En relación con el punto anterior, la mayor preocupación por su salud ha elevado el presupuesto de los consumidores en su alimentación. Por eso, muchos compran productos básicos (como los secos, enlatados y congelados) en el supermercado o tiendas mayoristas, pero adquieren frutas y verduras frescas o alimentos orgánicos vía digital. Esta tendencia de consumo de comida “real” se verá reforzada en los próximos meses con la aparición de más plataformas digitales con servicio de entrega de alimentos y bebidas a domicilio, cuyos horarios de atención son más extendidos y flexibles.
#3. La inmediatez
Cuando un consumidor hace una primera compra por Internet ya no tiene vuelta atrás en su demanda de una entrega rápida, cómoda y segura. Por eso, uno de los principales factores de competitividad en la venta en línea de alimentos es el delivery inmediato, ya sea a través de un ecommerce propio, un marketplace, o una plataforma de envíos a domicilio, como Cornershop, Rappi o Uber Eats.
Con su celular en la mano, el consumidor del futuro comprará con más frecuencia, en cantidades más pequeñas y con presentaciones más personalizadas. Los expertos estiman que en siete años el promedio de las entregas se hará en 10 minutos, lo cual supone enormes complejidades para las cadenas logísticas. Entre otras tecnologías, ganará protagonismo la identificación por radiofrecuencia y la robótica.
#4. La personalización
En un ambiente de alta competencia, y ante la necesidad de conquistar a un cliente más exigente y con más opciones a la mano, las empresas de alimentos están obligadas a ofrecer productos más personalizados. No solo en cuanto a su elaboración o sus sabores, sino también en tamaños, presentaciones y precios. Por ejemplo, hoy se imponen los platillos preparados al momento envasados en presentaciones más pequeñas y en diferentes paquetes, acompañados de bebidas, ensaladas o postres, por ejemplo, y sin un aumento significativo en el precio final.
#5. La sostenibilidad
El sector de alimentos es uno de los que genera más residuos no reciclables en el mundo, principalmente envases de unicel, papel y plásticos. Sus consumidores no escapan a la mayor preocupación por el cuidado del medio ambiente, por lo que la utilización de bandejas, contenedores, cajas, vasos y cubiertos biodegradables se convirtió en un factor de compra importante para ellos; mismo que tú no puedes ignorar si quieres mantener vigentes tu propuesta de valor y las posibilidades de crecimiento de tu negocio.
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Laura Suárez Samper es periodista, editora y consultora en marketing y comunicación. Inició su carrera en los periódicos Buenos Aires Herald y La Nación, en Argentina. Fue corresponsal en México de la revista América Economía y directora editorial de Entrepreneur. Hace cinco años fundó Laura Emprende, una agencia de marketing de autoridad y de contenidos, y Autores del Mundo México, una editorial que brinda servicios de autopublicación para autores independientes. Conoce más en Instagram: @laura_emprende
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