El gran desafío de la modernidad, en la que unos recursos son escasos y otros son cada vez más vastos, consiste en lograr resultados cada vez mejores en el menor tiempo posible en medio de un torbellino de distractores.
El problema es pensar que mejorar la administración personal del tiempo es la gran solución a ese desafío; pero actualmente, existen al menos 3 amenazas enormes para nuestra productividad:
1. Nuestra atención está siendo atacada por cientos de estímulos que van en aumento. Cientos de notificaciones semanales, mensajes de texto, comentarios y publicaciones en redes sociales y, desde luego, los e-mails forman un ejército que se filtra casi por instinto a nuestra mente.
¿Cuántas veces al día ves tu móvil?
a. Nunca
b. Entre 1 y 10
c. Entre 11 y 20
d. Entre 21 y 30
e. Más de 30
Si contestaste:
a. Probablemente no tienes un smartphone o no lo necesitas.
b. Tu vida está libre de distractores de tu atención a través del móvil.
c. Tu móvil se empieza a convertir en un gran aliado o un gran enemigo, tú decides.
d. Tu móvil está tomando prioridad en tu vida. ¿Qué estás dejando de atender?
e. Tu móvil es una prioridad en tu vida. Su uso puede afectar tu presente y futuro.
¿Qué información no personal buscas con mayor frecuencia?
a. E-mail
b. Mensajes de texto
c. Redes sociales
d. Noticias
e. Búsqueda en Internet
2. Las decisiones que debemos tomar son cada vez más complejas e impactan más. Cuando recibes un e-mail o una llamada y aparece una visita inesperada en tu trabajo, te preguntas: ¿qué debo hacer primero?, ¿debo delegar a un colaborador esta tarea A para enfocarme a la tarea B?, ¿qué impacto tendría esto en la productividad del colaborador?, ¿qué riesgos corro si no recibo al visitante inesperado?
Adicionalmente, podemos agregar que las empresas están tan fascinadas con lograr metas, medir el desempeño y ser más competitivas, que parece que generan más indicadores, más objetivos a las personas. Esto, antes que contribuir a que las logren, provoca exactamente el efecto contrario y la toma de decisiones en el día a día se vuelve más atemorizante.
3. Nuestra energía se encuentra en crisis. El consumo de bebidas estimulantes, como el café, o bebidas con alto contenido de azúcar, como los refrescos y las bebidas energizantes, ha dejado de ser un complemento o un satisfactor casual y se han convertido en fuentes casi imprescindibles de energía para todos los equipos de trabajo que conozco.
Las recomendaciones fundamentales para enfrentar cada una de estas amenazas de nuestra productividad son:
- Enfoca lo importante, no reacciones ante lo urgente.
- Domina la tecnología, no dejes que ella te domine.
- Incorpora hábitos de movimiento, descanso, alimentación y sueño que te permitan mantener una energía alta de manera prolongada.
Para complementar la información, checa este video:
Agradeceremos tus preguntas y sugerencias de temas al correo electrónico: pablo.luengas@franklincovey.mx
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