Estar al frente de un negocio mientras se cría a los hijos debe estar entre los desafíos más grandes a los que se tiene que enfrentar una persona. Y, a propósito del Día del Padre, hoy queremos dirigirnos a esos papás que sueñan con ser grandes emprendedores, y que hacen malabarismos para dividir su tiempo entre la operación diaria de la empresa y la familia.
En algunas ocasiones, la presión puede ser mucha: los hijos, sobre todo cuando son pequeños, estarán siempre en el primer lugar de las prioridades de un padre. Pero un emprendedor también tiene responsabilidades para con sus clientes, proveedores, socios y colaboradores. Por lo tanto, todo el tiempo tiene que medir el impacto de sus decisiones, prestar atención a los detalles importantes y aplicar soluciones rápidas ante un problema.
Al igual que las madres, los padres aprenden de manera natural a establecer prioridades, a aprovechar cada minuto del día al máximo —porque 24 horas son insuficientes para cumplir con todos los pendientes—. También desarrollan más paciencia y entienden cómo lidiar con lo inesperado. Además, aprenden a pensar en el otro, algo que muchas veces pueden trasladar hacia su trato con clientes y colaboradores.
Aunque sea difícil, a lo largo de los años me di cuenta que criar niños es una de las pocas cosas que son aún más gratificantes que construir una empresa.
Richard Branson
Definitivamente, ser papá y emprendedor no es fácil. Pero si eres consciente de tus fortalezas y de las cosas que debes mejorar podrás organizarte mucho mejor; para así disfrutar de una aventura fascinante. Veamos cuáles son los consejos que tienen los expertos para ti.
1. Emprende en algo que te apasione
Si el giro de tu negocio te motiva en los días más difíciles, por ejemplo, porque dormiste poco o uno de tus hijos está enfermo, todo avanzará con más fluidez. Disfrutar es una parte importante de la productividad, porque te ayuda a enfocarte y a ser más eficiente. En cambio, cuando te sientes desganado seguramente pierdes mucho tiempo en el celular o en reuniones inútiles.
2. Percibe tu negocio como un medio, no como un fin
Un negocio exitoso, así como el dinero, son un vehículo para que tú y tu familia puedan alcanzar una mejor calidad de vida. Pero si empiezas a ponerlos en primer lugar, con la excusa de que tienes que asegurar el bienestar de tus hijos, perderás la perspectiva y podrías tomar malas decisiones personales.
3. Olvídate del perfeccionismo
Trabaja siempre para ofrecer los mejores productos o servicios del mercado, así como experiencias inolvidables para tus clientes. Pero recuerda que calidad no significa perfección; de hecho, el perfeccionismo puede provocarte muchos problemas; por ejemplo, demoras en las líneas de producción y en las entregas, desmotivación del personal y falta de innovación por temor a cometer errores.
4. Forma equipos
Para poder dividir tu tiempo entre la empresa y la familia necesitas apoyarte en gente talentosa, apasionada y comprometida con tus mismos objetivos: con hambre de crecer. Por eso, apuesta desde el inicio del negocio en hacer adecuadas selecciones de personal para contar con el mejor talento del mercado. Luego, motívalo y capacítalo para que cumpla bien con sus funciones y para que también aprenda a tomar sus propias decisiones. Sé un buen jefe.
5. Delega
Es una de las cosas más difíciles para quienes fundaron un negocio y están acostumbrados a controlar cada detalle de la operación diaria. Si quieres dedicar tiempo para tus hijos a la vez que la empresa no deja de crecer, debes de permitir que otras personas asuman funciones importantes. Esto te permitirá contar con nuevos conocimientos, habilidades y puntos de vista; así obtendrás un equipo motivado y el tiempo que necesitas para ir al acto escolar de los niños o para llegar a casa cada noche y poder cenar con ellos.
6. Separa el trabajo de tu vida personal
Trabaja con una agenda de trabajo y una rutina que te permitan poner un límite entre las horas que dedicas a la empresa (siempre van a ser muchas) y a la familia. Comunica cuáles son esos horarios a tu pareja, a tus hijos y a tus colaboradores más cercanos para negociar horarios y establecer acuerdos. Enfócate y ponte plazos de entrega para cada tarea. Aprende a parar: evita llevarte trabajo a casa. Por supuesto habrá momentos (como un lanzamiento importante o el previo a la firma de un gran contrato) en el que no podrás evitarlo. Pero que sea una excepción, y no la regla.
7. Dedícate tiempo
Entre tantas ocupaciones y compromisos es normal que asumas que no tienes tiempo para el gimnasio o para comer con tus amigos de toda la vida. Sin embargo, si quieres lograr tus objetivos personales y de negocios es fundamental que encuentres el tiempo para alimentarte bien, hacer ejercicio, tomarte vacaciones, leer o hacer cualquier otra actividad que disfrutes enormemente.
8. Comparte la aventura de emprender con tus hijos
Cuando tengan la edad adecuada cuéntales a tus hijos a qué te dedicas y por qué estás tan apasionado con tu empresa. Comparte con ellos tus experiencias y aprendizajes, qué responsabilidades tienes y cómo lidias con ellas. Eso les hará comprender por qué a veces no estás tanto en casa o el porqué te muestras preocupado durante una salida de fin de semana.
Además, hablar con tus hijos acerca de tu negocio puede sembrar en ellos el interés por seguir en el futuro con el negocio familiar o por emprender alguno por su cuenta.
Quizá también te interese…
Contenido relacionado:
- 5 prácticas para optimizar la operación de tu negocio gastronómico
- Cómo manejar la ruptura con un socio y no perjudicar el negocio
- Tu oficina está en casa? Estos son los gastos que puedes deducir
Contenido recomendado: