Cuando se produce la salida de un socio siempre existe el peligro de que haya un impacto negativo sobre el negocio. Por ejemplo, problemas con las finanzas, ya que hay que pagarle parte del capital invertido o de las ganancias obtenidas en los últimos años; la sensación de incertidumbre de los empleados, sobre todo entre aquellos que trabajaban de manera directa con ese socio; y hasta una sensación de vértigo y desorientación entre los fundadores que permanecen en la empresa.
Sin embargo, este tipo de situaciones no tienen por qué afectar la marcha de una compañía, ni mucho menos marcar su final. Lo que sí es importante es anticiparse a ellas a través de acuerdos de socios en donde se establezcan las condiciones de salida y las opciones de compra-venta de las acciones.
En este artículo veremos cómo manejar la ruptura con un socio de una manera inteligente, estratégica y amigable. Para entender a fondo este tema, analizaremos primero cuáles suelen ser las causas principales de conflicto entre los accionistas de un negocio.
¿Por qué se separan los socios?
Como explican los especialistas en gestión empresarial, las principales causas de separación podrían resumirse en dos grandes temas: la gestión diaria y la comunicación.
- Por el desconocimiento mutuo. Muchos emprendedores creen que si inician un proyecto con un amigo o con un familiar todo marchará sobre ruedas; o que basta con la recomendación de otra persona para confiar en un socio potencial. Manejar un negocio tiene muchas dificultades, por lo que la confianza necesaria para afrontarlas de la mano se basa en el conocimiento profundo del otro.
- Por la falta de roles claros. Para el crecimiento de un negocio, incluso para el buen clima laboral, es imprescindible establecer desde el inicio cuáles son las áreas de actuación y responsabilidad de cada socio.
- Por tener expectativas diferentes. Si un socio emprende porque se quedó sin trabajo y necesita asegurar el pago de su hipoteca y el otro sólo lo hace como un pasatiempo mientras sigue enfocado en su carrera corporativa: el resultado a largo plazo no puede ser bueno.
- Por problemas de dinero. Si no hay clientes, ni ventas ni dinero para pagar las facturas de los proveedores el entusiasmo inicial se diluye rápidamente. Por eso es vital dejar por escrito, y desde el principio, si los socios tendrán un sueldo, si harán nuevos aportes de capital, cómo se repartirán las utilidades o si reinvertirán el 100% durante los dos primeros años.
- Por la falta de diálogo. En las culturas latinas resulta más difícil hablar de manera directa sobre los problemas, y más cuando esos temas tienen que ver con el dinero. Si vas a emprender con un socio, establece desde el principio mecanismos para el diálogo permanente y abierto, como reuniones semanales, chats de mensajería, listas de temas difíciles e importantes a analizar y hasta encuentros informales durante los fines de semana para no perder la conexión personal.
¿Qué hacer ante la posibilidad de una ruptura?
Como mencionamos, lo ideal es que antes de arrancar oficialmente con la operación de un negocio los socios firmen un pacto que incluya las condiciones de salida. No es necesario que esté certificado por un notario o abogado, con un documento sencillo y firmado por todos los socios basta para que pueda convertirse, en el futuro, en la base de una negociación.
Si tu socio ya te anunció su salida y no te queda otra opción que sentarte a negociar, antes de organizar la primera reunión, asesórate bien. Habla con otros emprendedores que hayan pasado por la misma situación, y pregúntales como la manejaron. Busca también a abogados, contadores y especialistas en emprendimiento.
Otro punto que debes tener en cuenta es el tiempo. No prolongues demasiado la negociación, sobre todo si hay mucha tensión y malestar entre los fundadores. A la larga, eso terminará afectando a los empleados y a la operación diaria, así que con toda la información disponible prioriza el bienestar y el futuro de la compañía.
En cuanto al valor de la participación del socio, hay muchísimas situaciones diferentes y métodos para calcularla. Por lo que, otra vez, no tomes decisiones apresuradas y mucho menos sin la información necesaria. Por ejemplo, si la empresa tiene menos de un año de operación, si aún no ha habido ganancias o si el resto de los socios quiere salir adelante, no necesariamente hay que devolver el capital invertido; porque se asumió un riesgo y el negocio todavía no despegó. Pero todo cambia si la empresa ya tiene más de 10 años, si está bien posicionada en el mercado y el socio ofrece su participación del 50% a inversionistas externos que podrían arriesgar la estrategia actual de crecimiento.
Con respecto a la operación diaria, hay que considerar con anticipación cuál es el área de responsabilidad del futuro ex socio, así como qué impacto puede tener su salida a nivel interno y externo. Por ejemplo, si es un gran líder, habrá que pensar en cómo mantener la motivación de sus colaboradores directos. Si maneja el área de ventas desde hace años, habrá que preparar con el área comercial un plan para comunicar la novedad a los clientes y hacer la presentación del nuevo responsable (posiblemente, un empleado con cargo de director).
En el caso de las empresas de servicios, que ofrecen diferentes líneas de negocios, una opción bastante común es que cada socio se quede con la actividad en la que se especializa o en la que puede ofrecer un mayor valor agregado y su correspondiente cartera de clientes. Por supuesto, esto es prácticamente imposible en el caso de negocios con una operación unificada, como una fábrica, un restaurante o una empresa de logística y que necesitan grandes cantidades de efectivo para funcionar.
Cuando el conflicto es inevitable, lo mejor es recurrir a un mediador, que ofrezca una visión objetiva y una solución práctica que asegure la supervivencia de la empresa. Es importante que se trate de un mediador profesional, como un abogado que trabaje vinculado a un contador, y no de un amigo, un familiar u otro empresario del sector que podría verse influido por lazos de afecto con alguna de las partes.
Quizá también te interese…
Contenido relacionado:
- 5 señales de que necesitas un socio
- 5 cosas que debes saber antes de elegir un socio
- Cómo elegir al socio ideal para tu negocio
Contenido recomendado: