Las 5 excusas más comunes para la falta de innovación (y cómo superarlas)

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“Tenemos muchos problemas urgentes que atender.”
“No contamos con el presupuesto necesario.”
“Ahora tenemos que enfocarnos en aumentar las ventas y generar ingresos.”
“¿Para qué? El cliente no lo aprecia.”
“No me pagan para eso.”

¿Alguna vez has escuchado estas respuestas por parte de tus colaboradores cuando hablas de la falta de innovación en tu negocio? Ante mercados tan competitivos las empresas no pueden darse el lujo de seguir haciendo las cosas como siempre. Pero también es cierto que, sin un equipo comprometido con el cambio, es muy difícil avanzar con nuevos proyectos.

Es una realidad que solo hay dos tipos de negocios: los que innovan constantemente y los que se aferran al pasado. Los primeros saben detectar las oportunidades a tiempo, se arriesgan, crecen y se fortalecen. Los segundos, más numerosos, se quedan atrapados en las excusas y en la falta de innovación, por lo que aumentan día a día sus posibilidades de fracaso. ¿En qué grupo quieres que esté tu emprendimiento?

Abajo te compartimos las cinco excusas más comunes para la falta de innovación en los negocios. Y también algunas tácticas para que, después de escuchar las alarmas, motives a tu equipo para superarlas.

Excusa #1. “Ya sabemos lo que el cliente quiere”

A medida que pasa el tiempo conocemos más a nuestros clientes; pero además de datos objetivos ese conocimiento incluye creencias y suposiciones que pueden no estar conectadas con la realidad del mercado, con lo que nuestros consumidores necesitan y quieren AHORA. Si tus empleados te repiten todo el tiempo que no necesitan investigar más sobre las demandas del cliente, entonces tienes que refutar ese argumento con nueva información.

Qué hacer
  • Aplica estrategias de mistery shopping y observa cómo interactúan tus clientes en tu tienda física o en los canales digitales, con tus productos y con tus vendedores. Si vives su misma experiencia de compra, seguramente descubrirás qué los frustra y qué necesita cambiar.
  • Cuando contrates a un nuevo empleado, escucha sus comentarios sobre cómo se hacen las cosas y presta atención a su perspectiva sobre los procesos y los resultados. Aprovecha esa mirada “fresca”.

Excusa #2. “No es mi trabajo”

El “Ya sabemos lo que el cliente quiere” puede ponerse peor cuando los empleados trabajan de manera automática olvidándose por completo de las necesidades y demandas del mercado. Esta falta de motivación puede tener muchas razones, y seguramente tú, como dueño del negocio, estás entre ellas.

Qué hacer
  • Pide al departamento de Recursos Humanos que tenga conversaciones informales con los empleados para entender qué los frustra y por qué se sienten tan desmotivados con respecto a la posibilidad de innovar.
  • Revisa qué sucedió en el pasado con los proyectos de innovación que se encararon en la empresa y cuáles son las principales barreras.
  • Analiza los incentivos que se ofrecen a los empleados para crear valor para los clientes.

Excusa #3. “No va a funcionar”

Esta es la excusa más común y la más pesimista de todas; sobre todo en momentos de turbulencia económica cuando los presupuestos corporativos se achican y, encima, el cliente se fija más en el precio. ¿Pero sabes qué? Es en las crisis cuando los proyectos de innovación pueden impactar más, ya que la mayoría de las empresas se quedará en el mismo lugar. En cambio, los consumidores estarán ávidos de nuevas soluciones para sus problemas.

Qué hacer
  • Analiza qué está haciendo la competencia y cómo se está adaptando a las nuevas demandas del mercado.
  • No pienses solo en la innovación en productos o servicios. Busca también oportunidades en los procesos aparentemente más normales, como los pagos electrónicos o los envíos.
  • Enfócate en dos o tres innovaciones importantes, no más, y reúne un equipo de trabajo o task force para trabajar en ese proyecto especial.
  • Como dueño del negocio participa activamente en toda iniciativa de innovación.

Excusa #4. “No hay tiempo”

Esta es la excusa más común entre los dueños de negocios y directivos. Si bien es cierto que la carga de trabajo que suelen tener es elevada, también lo es que, en la mayoría de los casos, no suelen enfocarse en tareas estratégicas, como la innovación. Así que tienes que empezar por dar el ejemplo.

Qué hacer
  • Revisa tu agenda y detecta cuáles son esas tareas que puedes delegar, para tener más tiempo disponible y enfocarte entonces en los proyectos de innovación.
  • Incluye en cada proyecto de innovación un cronograma de trabajo, con fechas de entrega y responsables por cada avance.
  • Apóyate en plataformas de trabajo colaborativo, como Trello, para dar un seguimiento puntual a cada proyecto de innovación.

Excusa #5. “No tenemos dinero”

La falta de tiempo suele ser la primera excusa, pero le sigue de cerca la escasez de recursos. Es que en los negocios siempre existe la posibilidad del fracaso, pero si no asumimos riesgos medidos, lo único seguro es que nuestra propuesta de valor se volverá irrelevante más temprano que tarde.

Qué hacer
  • Reúnete con el administrador y el contador de la empresa y analiza qué gastos innecesarios pueden recortarse. ¡Siempre están ahí!
  • Analiza también si hay fugas de dinero; por ejemplo, por la falta de comprobantes para el uso del dinero de la caja chica, el uso desordenado de las tarjetas de crédito corporativa o problemas en el almacén por la falta de control del inventario a través de un sistema eficiente de administración empresarial.
  • Define un presupuesto fijo de innovación, por pequeño que sea, y revisa constantemente el uso que se le da al dinero en cada proyecto.

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